La portada fue publicada para conmemorar los ataques del 7 de enero de 2015 en el que militantes islamistas mataron a 12 personas en la redacción de la revista en París.
Y es que Charlie Hebdo debe estar "donde los otros no osan ir", afirma el dibujante Riss a la AFP, uno de los miembros de la redacción que sobrevivió al atentado hace un año y ahora es su director.
Protegido por cinco guardaespaldas, Riss, a quien los yihadistas creyeron muerto, cuenta con orgullo cómo los supervivientes lograron hacer renacer el semanario, "un periódico de combate, pero un combate divertido, disparatado", especialmente en pro del laicismo, dijo a la AFP.
El número de aniversario es más ateo y satírico que nunca, con una tirada de un millón de ejemplares. La editorial está dedicada a la defensa del laicismo.
"Decididamente, nos guste o no, ellos son Charlie. Un año después del crimen, podemos estar seguros al respecto: contra los devotos, los fanáticos, los arrodillados, los conformistas y los dogmáticos, Charlie vivirá", dijo a la AFP el director del diario Libération,Laurent Joffrin, que albergó en su redacción al equipo de Charlie Hebdo después del atentado.
La aparición de este número especial no provocó la avalancha de público hacia los quioscos registrada al salir el "número de los supervivientes" un año atrás, que tuvo una difusión histórica de siete millones y medio de ejemplares.
En la época, la consigna "Yo soy Charlie" se enarbolaba en el mundo entero para condenar el atentado y defender la libertad de expresión.
Una edición para “zarandear a la gente”
"Para esta portada, yo quería sobrepasar tal o cual religión y tocar cosas más fundamentales. Es la propia idea de Dios que nosotros, en Charlie, contestamos", cuenta Riss a la AFP.
"Afirmar las cosas claramente hace reflexionar. Hay que zarandear un poco a la gente, de lo contrario permanecen en sus carriles", agrega.
El semanario vende actualmente 100,000 ejemplares en los quioscos, más 183,000 de suscripciones. Antes del atentado, su tirada era de 30,000 ejemplares y el periódico tenía serias dificultades financieras.
El apoyo recibido sigue emocionando a Riss, pero con esos nuevos respaldos "hay también malentendidos", señaló a la AFP.
Riss cuenta a la agencia que tras la publicación del número conmemorativo un sacerdote le escribió: "Yo desfilé por ustedes el 11 de enero (en la mayor manifestación realizada nunca en Francia) y considero su portada escandalosa".
"Como si el 11 de enero fuera un contrato: yo manifesté por ustedes y ahora se calman", agregó.
El Vaticano lamenta la portada
El periódico del Vaticano L'Osservatore Romano calificó la portada de "lamentable" e irrespetuosa con fieles de todos los credos y acusó a Charlie Hebdo de tratar de "manipular" a la fe, informó Reuters.
"Detrás de la bandera engañosa de un secularismo no comprometido, el semanario francés nuevamente se olvida de lo que los líderes religiosos de todos los credos han pedido durante mucho tiempo: rechazar la violencia en nombre de la religión y que usar a Dios para justificar el odio es una genuina blasfemia", citó la agencia a L'Osservatore Romano.
En 2015, después del ataque a la redacción, el papa Francisco abordó la postura antirreligiosa de Charlie Hebdo.
"No puedes provocar, no puedes insultar la fe de otros, no puedes burlarte de la fe", declaró a la prensa durante una gira por Asia en enero. Posteriormente, el Vaticano emitió un comunicado que dijo que los comentarios del papa no pretendían ser una justificación del ataque.