La agencia adscrita a la ONU había convocado a una reunión de emergencia en Ginebra con expertos independientes, que declararon la enfermedad "un fenómeno extraordinario".
Los científicos debatían sobre si el virus, que se contagia mediante mosquitos, es el detonante de un precipitado aumento en el número de bebés nacidos con cabezas sumamente pequeñas en Brasil.
"Tras una revisión de la evidencia, el comité sostiene que los casos de microcefalia y demás defectos neurológicos constituyen un fenómeno extraordinario en el campo de la salud pública en otras partes del mundo", declaró la directora general de la OMS, Margaret Chan.
El ente internacional calcula que el próximo año surgirán unos 4 millones de casos de zika en el continente americano, aunque no emitió ninguna recomendación de que se prohíba o limite el viaje o el comercio.
"Es importante entender que hay varias medidas que las mujeres embarazadas pueden tomar", expresó Chan. "Si una mujer está en capacidad de postergar su viaje de tal manera que no afecte sus otros compromisos, eso es algo que debe tomar en consideración".
Añadió que "si una mujer necesita viajar, puede asesorarse con su médico, y puede tomar medidas de precaución, como vestir mangas largas y pantalones largos, y cubrirse de material repelente".
La última vez que se declaró una emergencia similar fue en el 2014, a causa del brote de ébola en África que mató a unas 11,000 personas. El año anterior hubo exhortación similar debido a la polio.
Tales declaraciones de emergencia sirven para recaudar dinero y recursos humanos de distintos gobiernos o entes internacionales a fin de combatir la epidemia, y de llamar la atención al tema a fin de estimular investigaciones científicas para hallar una vacuna o tratamiento.
Horas antes el portavoz de esa agencia adscrita a la ONU, Christian Lindmeier, había dicho que la conferencia serviría para decidir si se deben aumentar los esfuerzos internacionales inmediatamente para combatir el brote.
El jueves pasado, la directora general de la OMS doctora Margaret Chan dijo que el nivel de alarma es "extremadamente alto" a pesar de la falta de evidencias de que el zika es la causa del aumento en el número de bebés nacidos en Brasil con cabezas inusualmente pequeñas.