El pontífice hizo sus declaraciones durante una conferencia de prensa de unos 45 minutos a bordo del avión papal que lo condujo desde Ciudad Juárez a Roma al final de su visita apostólica de cinco días a México.
“Una persona que piensa sólo en hacer muros, sea donde sea, y no tender puentes, no es cristiano. Eso no está en el evangelio”, dijo, aunque prefirió no pronunciarse sobre si los fieles católicos deben votarlo o no.
“Solo digo: este hombre no es cristiano si es que dice esto, hay que ver si dijo así las cosas, y doy el beneficio de la duda”, agregó.
En fecha reciente, en una entrevista, Trump acusó al obispo de Roma de ser “un hombre político” y comportarse como “una pieza al servicio del gobierno mexicano” en materia de migración.
Además una de las propuestas de campaña de Trump es construir dos mil 500 kilómetros más de muro en la frontera entre Estados Unidos y México y deportar a 11 millones de inmigrantes indocumentados.
“Gracias a Dios que dijo que yo soy político, porque Aristóteles define a la persona humana como un animal politicus. Al menos soy una persona humana. Y que soy un instrumento, quizás, no sé. Lo dejo al juicio de ustedes, de la gente”, añadió.
En la rueda de prensa, los periodistas cuestionaron al Papa sobre diversos temas, entre otros, destacó la situación de violencia en México y los motivos por los cuales él decidió no recibir en audiencia a los familiares de los 43 estudiantes desaparecidos de la normal rural de Ayotzinapa.
Explicó que previo a su visita a México existieron intentos porque recibiera a diversos grupos de víctimas de la violencia, pero reveló que eran muchos y varios de ellos estaban “contrapuestos entre sí” y “con luchas internas”.
“Entonces yo preferí decir que los iba a ver a todos en la misa de (Ciudad) Juárez o si preferían en alguna otra, pero que habría esa disponibilidad”, estableció.
Recordó que en sus mensajes pronunciados a lo largo de la visita apostólica, hizo una continua referencia a los asesinatos, a las muertes y a las vidas cobradas por las bandas de narcos y traficantes de personas.
“Era prácticamente imposible recibir a todos esos grupos, que por otro lado también estaban enfrentados entre ellos, es una situación que es difícil de comprender para mí que soy extranjero, ¿verdad?”, expuso.
“Creo que la sociedad mexicana es una víctima de todo esto, de los crímenes, de descartar gente. Es un dolor muy grande porque este pueblo no se merece un dolor como éste”, indicó.
Durante la conferencia también se refirió a algunos temas de política internacional y diálogo interreligioso. Afirmó que su sueño es ir a China, una cultura que le “gusta mucho”.
Anticipó que El Vaticano está trabajando en una reunión con el Imán de la universidad de Al-Azhar en El Cairo, Ahmad Al-Tayyib, el máximo líder de los musulmanes sunitas en el mundo.
“Yo quiero encontrarlo, se que a él le gustaría, estamos buscando el modo”, señaló.
Durante el pontificado de Benedicto XVI se interrumpieron las relaciones entre El Vaticano y Al-Azhar, como consecuencia de un discurso del pontífice sobre la situación interna de Egipto. La Santa Sede tardó años en reconstruir la relación.