El encuentro entre el millonario y un reducido grupo de senadores y congresistas, al igual que exlíderes republicanos, marcó su primer acercamiento con la clase política republicana en Washington, donde su campaña ha encontrado hasta ahora poco eco.
“Tuvimos una buena reunión, realmente tuvimos una buena reunión”, dijo Trump a reporteros durante una conferencia de prensa en el interior del inmueble que es habilitado en esta capital para convertirse en la nueva adición a su cadena hotelera.
Empero evitó abundar en detalles del encuentro organizado por el senador republicano por Alabama, Jeff Sessions, quien junto con el congresista por Tennessee, Scott DesJarlais, son los únicos republicanos en el Congreso que le han dado su respaldo.
Trump dio a conocer que Sessions será además quien presida su grupo de asesores de política exterior, donde el nombre del legislador es el único ampliamente conocido, si bien uno de sus miembros, Walid Phares, sirvió antes en el Departamento de Estado.
El encuentro a puerta cerrada no ofreció resultados inmediatos a favor de Trump mediante endosos a su campaña, la cual ha sido blanco de críticas por parte de líderes republicanos, como el presidente de la Cámara de Representantes, Paul Ryan.
Ryan criticó la propuesta de Trump de prohibir el ingreso de musulmanes a Estados Unidos, así como el lenguaje utilizado por éste para incitar a sus seguidores a la violencia, aunque se ha quedado corto de condenarlo.
Trump hizo un llamado a la clase política republicana para apoyar su campaña y aceptar el hecho de que será el nominado republicano a la presidencia, conforme se aproxima a los mil 237 delegados que requieren para obtener la candidatura presidencial.
“Si la gente quiere ser inteligente ellos deben abrazar este movimiento, si no lo quiere ser, entonces debe hacer lo que está haciendo ahora, y el Partido Republicano se enfilará a una gran pérdida”, advirtió.
El arribo de Trump a lo que será su nuevo hotel en esta capital generó expectación ante posibles enfrentamientos entre simpatizantes y opositores del movimiento “Code Pink”, que esperaron pacientes su arribo, en medio de un notable operativo de seguridad. Trump evitó revelar los nombres de quienes asistieron al encuentro, aunque mencionó al exsenador por Carolina del Sur, Jim DeMint, e imágenes de televisión dieron cuenta del arribo del expresidente de la Cámara de Diputados, Newt Gingrich.