mexicano.
Un sondeo del Centro de Investigación Pew muestra que un 59 por ciento de los votantes registrados se opone a la idea de elevar un muro fronterizo con México, frente a 38 por ciento que respalda el plan de Trump, aspirante a la nominación presidencial del Partido Republicano.
Entre los votantes que se identifican como progresistas, el rechazo es aún mayor. Un 86 por ciento de los estadunidenses que son demócratas o se inclinan a votar por los demócratas repudiaron el muro y solo 13 por ciento lo consideró una buena idea.
Entre los seguidores de Hillary Clinton, un 83 por ciento rechaza el muro, una proporción que aumenta al 91 por ciento en el caso de los promotores del senador de Vermont, Bernie Sanders.
En contraposición, entre los electores empadronados que son republicanos, un 67 por ciento apoya la construcción del muro y un 31 por ciento la rechaza. La proporción es mayor entre los partidarios de Trump, toda vez que 84 por ciento favorece el muro.
En el caso de los seguidores del senador Ted Cruz es apoyo al muro es del 64 por ciento de sus seguidores y en el caso del gobernador de Ohio John Kasich, del 45 por ciento.
De la misma manera, la mayoría de los electores empadronados mantienen opiniones positivas de las contribuciones de los migrantes a Estados Unidos, un punto de vista que no es compartido sin embargo por los partidarios de Donald Trump.
Un 74 por ciento de los votantes empadronados consideró importante que se encuentre una opción para que los 11 millones de inmigrantes indocumentados permanezcan de manera legal en Estados Unidos.
La proporción de apoyo a una ruta para la legalización es incluso mayor entre aquellos votantes que se identifican como demócratas, toda vez que 88 por ciento de ellos favorece la búsqueda de alternativas para su permanencia en el país.
Aún entre los electores republicanos existe un porcentaje mayoritario (54 por ciento) que apoya la legalización de los inmigrantes indocumentados.
En contraste, los votantes que son partidarios específicamente de Donald Trump son los únicos que en números mayoritarios (52 por ciento) consideran que a los inmigrantes no autorizados no se les debe permitir permanecer legalmente en los Estados Unidos y menos de la mitad apoya la legalización.
Por comparación, un 58 por ciento de los seguidores del senador Ted Cruz y un 75 por ciento de los partidarios del gobernador Kasich apoyan una ruta a la legalización.
En el caso de los demócratas el apoyo a los inmigrantes indocumentados es más acentuado.
Un 90 por ciento de los partidarios del senador Bernie Sanders y un 87 por ciento de los seguidores de Hillary Clinton respaldó la legalización de inmigrantes indocumentados.