La primera detonación se registró alrededor del mediodía cerca de una estación de autobuses de la ciudad de Samawa, a unos 230 kilómetros al sur de Bagdad, provocando la muerte instantánea de una 12 personas y unos 55 heridos, muchos graves, por lo que fallecieron de camino al hospital.
Otra explosión de un vehículo ocurrió unos cinco minutos después a unos 400 metros del sitio del primer estallido, en momentos en que los servicios de emergencia acudían a atender a las víctimas del primer coche bomba, según un reporte del sitio BH On line.
“Dos atentados con coche bomba en la ciudad de Samawa este domingo mataron al menos a 33 personas y provocaron heridas a más de 70”, informó un portavoz del Ministerio iraquí del Interior, luego de que en una declaración inicial dio cuenta de 18 muertos y otros 55 heridos.
Los ataques explosivos, cuya autoría ningún grupo se ha atribuido por ahora, ocurren en medio del agravamiento de las tensiones en el país, tras la toma de ayer del Parlamento en Bagdad por miles de partidarios del clérigo shiíta Muqtada al-Sadr.
Luego de más de seis horas de tensión, las fuerzas de seguridad retomaron la sede del Parlamento y lograron contener a miles de manifestantes que irrumpieron en la fortificada zona verde de la capital y atacaron el edificio legislativo, en protesta contra el gobierno.
Ante la tensión por la toma del Parlamento, el primer ministro iraquí, Haidar al Abadi, se reunió esta mañana con el presidente Fuad Masum y con miembros del Congreso para discutir la crisis, aunque no hay informes inmediatos sobre lo decidido.
En declaraciones a la prensa previas al encuentro, el jefe de gobierno dijo que ordenó la detención de todos los activistas que irrumpieron el sábado en el Parlamento en Bagdad y advirtió que aquellos que causaron daños y atacaron a la Policía deben comparecer ante la Justicia.
Los manifestante está molestos por las demoras en la aprobación de un nuevo gabinete, por lo que exigen un cambio inmediato de gobierno, que implemente reformas necesarias para impulsar al país árabe, que sigue sumergido en la violencia.
De acuerdo con un reporte de la Misión de las Naciones Unidas para Irak (UNAMI), al menos 741 iraquíes murieron y mil 374 más resultaron heridos durante el pasado mes de abril, debido a ataques, atentados o actos de violencia.
En su informe mensual publicado este domingo, la UNAMI precisó que 410 del total de víctimas fatales fueron civiles, mientras que el resto eran miembros de las fuerzas de seguridad, que han sido blanco constantes de ataques.
La zona más afectada por la violencia fue la capital, Bagdad, con 232 civiles muertos y 642 heridos, seguido de la norteña provincia de Nínive, que está casi totalmente controlada por el grupo Estado Islámico (EI), con 72 muertos y 30 heridos.