El organismo hemisférico adelantó igualmente el despido del 40 por ciento de su fuerza laboral, cuyos contratos vencen este próximo 31 de julio, debido igualmente a que no cuenta con recursos, “ni con la expectativa de recibir fondos, para poder renovarlos”.
En un comunicado difundido a propósito de esta crisis, la Comisión calificó de “alarmante” el hecho de que esta situación resultara en el desmantelamiento de áreas esenciales en el cumplimiento de su mandato.
“La CIDH expresa su profunda aflicción ante las víctimas, los peticionarios y las organizaciones de la sociedad civil que tenían planificado participar en audiencias, reuniones de trabajo y otros espacios previstos para las sesiones de octubre”, precisó.
Explicó que la suspensión de las sesiones tendrá un impacto directo en su capacidad de avanzar en el procesamiento de las denuncias de violaciones a los derechos humanos, por ser en estas sesiones donde se analizan, debaten y aprueban informes sobre peticiones y casos.
“Resulta igualmente perturbador el estado de indefensión en que quedarán miles de víctimas de violaciones a los derechos humanos. Será inevitable que el retraso procesal que se estaba intentando reducir vuelva a aumentar y llegue a un punto incompatible con el derecho de acceso a la justicia”, precisó.