Las autoridades iraquíes han entregado los cadáveres de 115 personas a sus familiares, mientras que el resto de las víctimas mortales siguen sin ser identificadas, informó la ministra de Salud de Irak, Adila Hamud, en un comunicado difundido por medios internacionales.
Asimismo, precisó que la mayoría de los más de más de 200 heridos se han recuperado y han abandonado los hospitales, donde sólo permanecen 23 de ellos.
Hamud pidió a las familias de las víctimas acudir al Instituto Forense iraquí para hacerse exámenes de ADN, con el objetivo de acelerar la entrega de los cadáveres.
Miles de iraquíes rindieron el miércoles homenaje a las víctimas de los atentados, los cuales fueron reivindicados por el grupo yihadista Estado Islámico (EI).
Un suicida detonó el domingo pasado un vehículo cargado de explosivos en medio de una multitud congregada cerca de una tienda de helados en Karrada, mientras otro coche bomba explotó en un mercado popular en el noreste de Bagdad, aunque casi todas las víctimas ocurrieron en la heladería.
Los atentados, considerados los más mortíferos en Irak desde la invasión encabezada por Estados Unidos en 2003, ha generado críticas sobre la estrategia del gobierno de garantizar la seguridad en el país.
El martes pasado, el ministro iraquí de Interior, Mohammed al-Ghabban, presentó su renuncia por considerar que su dependencia a su cargo "falló en la seguridad".