Otros diarios consideraron que su visita relámpago a México fue un intento audaz por convencer a votantes indecisos en un tema que ha probado ser divisorio y para repuntar, sin éxito, su popularidad entre el electorado estadunidense.
“Para quien se jacta de tener gran visión en los negocios, su propuesta migratoria es reveladora e ignorante de la importancia para la economía estadunidense de un segmento de la población que considera indeseable”, apuntó Los Angeles Times.
“Obligar a salir a los padres indocumentados de los cuatro y medio millones de niños nacidos en Estados Unidos es una propuesta cruel, impropia del aspirante a líder del mundo libre”, puntualizó.
El editorial fue titulado “Después de un breve intento por parecer como un estadista en México, Trump planta su bandera nativista aún más profundamente”, esto tras presentar su plan de diez puntos sobre migración en Arizona.
Desde el principio, apuntó el editorial, Trump ha basado su campaña por la Casa Blanca en el miedo y sospecha, racismo y misoginia y una presunta comprensión de la luz de cómo el mundo - en especial la política - realmente funciona.
Trump regresó a Estados Unidos el miércoles a partir de una sorpresiva reunión con el presidente de México, Enrique Peña Nieto, para plantar su bandera nativista aún más profunda en el suelo de Phoenix, Arizona.
El New York Times dijo que su viaje relámpago a la Ciudad de México para entrevistarse con el presidente Enrique Peña Nieto, Trump apostó sobre migración sin convencer a nadie, en lo que fue un “audaz” intento por rehacer su imagen frente a un tema que ha probado ser divisorio.
Después de su viaje a México para “hacer loas de una nación a la que ha denigrado”, Trump “voló a Pheonix para delinear su últimas prioridades en migración”, apuntó el diario neoyorquino y concluyo que la yuxtaposición de ambos eventos costó trabajo entender y por ende “fue difícil discernir” sus intenciones.
The Washington Post resumió la jornada del miércoles como una de notables contrastes, primero con una cordial visita de Trump al vecino del sur, y después un duro discurso de agresiva tesitura “que ha definido mucha de su campaña política”.