Durante el inicio oficial de la temporada de futbol americano, al menos cinco jugadores de dos equipos mostraron su inconformidad contra el trato que reciben los afroamericanos de parte de las autoridades estadunidenses.
Los jugadores, de Delfines de Miami y de Jefes de Kansas City, optaron así unirse a las protestas que iniciaron el 27 de agosto pasado en un juego de pretemporada el mariscal de campo de los 49ers de San Francisco, Colin Kaepernick.
El jugador decidió no levantarse a honrar el himno nacional en protesta por el racismo que existe en Estados Unidos. Posteriormente, Kaepernick se ha hincado mientras se escucha el himno nacional en los juegos en que ha participado.
"No me levantaré a mostrar mi orgullo por la bandera de un país que oprime a personas negras y personas de color. Para mí eso es más grande que el futbol y sería egoísta de mi parte mirar para otro lado", explicó Kaepernick.
La protesta de Kapernick generó un intenso debate en Estados Unidos, con comentaristas liberales celebrando la conciencia social del jugador, en tanto que otros, como el sindicato de policías de San Francisco, amenazan con boicotear los juegos de los 49ers.
El candidato presidencial republicano, Donald Trump, opinó que Kaepernick y quienes protestan como él por la situación racial en Estados Unidos deberían exiliarse de este país. El presidente Barack Obama, por su parte, defendió el gesto como un "derecho constitucional".
La inconformidad de Kaepernick tiene amplio sustento en la realidad. De acuerdo con un conteo del diario británico The Guardian, los jóvenes afroamericanos en Estados Unidos tienen 9% más probabilidades de morir a manos de la policía que otros estadounidenses.
En 2015, 1,134 afroamericanos fueron asesinados a manos de la policía.
En este contexto es que se han multiplicado las protestas de parte de jugadores de la NFL. El jueves pasado, Brandon Marshall, de Broncos de Denver, se hincó durante el himno nacional durante un juego de pretemporada.
Este domingo, Arian Foster, Jelani Jenkins, Michael Thomas y Kenny Stills, de Delfines de Miami, se hincaron durante el himno nacional; en tanto que Marcus Peters, de Jefes de Kansas City, alzó uno de sus puños mientras se escuchaba en las bocinas la canción nacional estadunidense.