El Zolfaqar, un misil tierra-tierra que cuenta con cabeza bélica fragmentada, capaz de destruir edificios, vehículos o personas, fue diseñado y fabricado por expertos de la Organización de Industria Aeroespacial del Ministerio de Defensa de Irán.
De acuerdo con el ministerio iraní de Defensa, el nuevo proyectil balístico ha pasado con éxito todas las pruebas necesarias y su producción, masiva, es parte de la actual agenda de trabajo de la dependencia.
En los últimos años, Irán ha hecho grandes avances en el sector de defensa y alcanzó la autosuficiencia en la producción de equipos y sistemas militares considerados esenciales para el sistema defensivo del país persa.
La portuaria ciudad de Bandar Abbas también fue escenario de gran desfile naval, en el que participaron 500 barcos, submarinos, aviones de combate y helicópteros usados por las fuerzas armadas iraníes en su actividades diarias.
Como parte de la Semana de la Defensa Sagrada, el ministerio también llevó desfiles militares en otras ciudades y en Teherán, en los que las fuerzas armadas iraníes mostraron sus más recientes logros en el área de defensa, incluyendo varios sistemas de defensa de misiles.
En la capital, el desfile se realizó en una zona cerca del Mausoleo de Imam Khomeini, con la participación de unidades militares del Ejército, el cuerpo de Guardias de Revolución Islámica (CGRI), así como elementos de la policía.
Entre el equipo militar presentado durante el evento destacaron el sistema de defensa antimisiles S-300 y los misiles balísticos Emad, construidos totalmente en el país y probados con éxito en meses pasados.
Unidades de las fuerzas de tierra del Ejército también presentaron una serie de equipos de defensa, incluyendo una nueva generación de los tanques de batalla de Zolfaghar, vehículos de lanzamiento de cohete Fajr y los cañones autopropulsados Kia'an 120 milímetros (mm).
La ceremonia por la Semana de la Defensa Sagrada fue presidida por el jefe del Estado mayor de las Fuerzas Armadas, general Mohammad Hossein Baqeri, en representación del presidente Hassan Rouhani, quien se encuentra en Nueva York para la 71 Asamblea General de la ONU.
En su discurso, Baqeri destacó que la Semana de la Defensa Sagrada es un recordatorio del valor de la nación iraní frente a un enemigo que no pudo alcanzar sus objetivos, en una guerra que libró con el apoyo de las potencias occidentales y orientales hace 36 años.
“El enemigo dirigió por ocho años la ofensiva contra Irán para poner al país de rodillas, pero ello se convirtió en una "oportunidad estratégica" para la nación, para mostrar sus capacidades en la defensa de su independencia y los ideales de la Revolución Islámica de 1979”, sostuvo.