El plan, lanzado la semana pasada a través de las redes sociales y después de una asamblea espontánea de más de 50 organizaciones, consiste en que el próximo miércoles, entre las 13:00 y las 14:00 horas, las mujeres paralicen totalmente sus actividades.
Durante ese lapso, se invita a las mujeres que salgan de sus oficinas, comercios, restaurantes, escuelas y casas, para participar en un “ruidazo” en las calles, haciendo sonar cualquier tipo de objeto en son de protesta.
Más tarde, a las 17:00, se convocó a concentrarse en el Obelisco, desde donde las asistentes marcharán hacia la sede del gobierno, la Casa Rosada, para denunciar los crecientes feminicidios en un país en donde cada 30 horas una mujer es asesinada.
Como las mujeres irán vestidas de negro, se espera que el centro de Buenos Aires y las principales ciudades del país se cubran de una marea oscura que recuerde los violentos efectos de la cultura machista que aún domina en la sociedad.
El detonante de este paro, primero en su tipo en el país sudamericano, fue el caso de Lucía Pérez, una adolescente de 16 años asesinada la semana pasada en la ciudad atlántica de Mar del Plata.
La historia de Pérez provocó una conmoción por el grado de violencia con el que fue drogada, violada y torturada hasta morir por al menos dos hombres mayores de edad, aunque se sospecha que hubo un tercer cómplice.
La indignación social fue creciendo como una marea, ya que, además, coincidió con el cierre del Encuentro Nacional de Mujeres que se realizó en la ciudad de Rosario con la histórica participación de 90 mil mujeres.
El caso de Lucía Pérez no es el único, pues tan sólo durante la última semana hubo por lo menos siete feminicidios más en el país.
Por eso, decenas de organizaciones feministas convocaron al Paro Nacional de Mujeres del miércoles que será antecedido por una campaña para describir en un tuit casos de feminicidios.
Durante el fin de semana, miles de usuarios y usuarias cambiaron su nombre en Twitter y lo sustituyeron por una víctima de feminicidio, lo que permitió leer una interminable sucesión de muertes.
Hasta ahora, ya están confirmadas las marchas en más de 30 ciudades argentinas, pero se espera que el número crezca entre mañana y el miércoles.