La coalición árabe, encabezada por Arabia Saudita, intensificó esta madrugada sus bombardeos contra posiciones de los rebeldes Houthi del llamado Movimiento Ansar Allah (Ansarola "Los partidarios de Dios") en esta capital, en la vecina provincia de en Ma'rib y en la sureña de Taiz.
Desde el 26 de marzo de 2015, una coalición de nueve países árabes, liderada por Arabia Saudita, impulsa una ofensiva militar contra la milicia rebelde Houthi, en busca de restablecer al presidente Abd Rabbah Mansur Hadi en el poder y regresar la calma a Yemen.
La agencia informativa Saba, que está bajo control de los rebeldes Houthi, denunció que minutos después de que el alto al fuego terminó la víspera, exactamente a las 23:59 horas locales, la coalición lanzó al menos nueve ataques aéreos sobre la capital yemenita.
Los aviones de la coalición también golpearon posiciones rebeldes en la provincia de en Ma'rib, ubicada al este de Saná, así como en la suroriental provincia de Taiz y en otras zonas del norte del país, fronterizas con Arabia Saudita, donde nunca cesaron los combates.
La coalición acusó a los rebeldes Houthis de violar el alto el fuego casi mil veces en las últimas 24 horas por el lanzamiento de morteros y ataques armados en la frontera de Yemen con el reino árabe y en varias provincias de yemenitas.
El general Ahmed al-Assiri, comandante de la brigada 4 de Arabia Saudita en la frontera en Najran, informó este domingo que las fuerzas sauditas estaban repeliendo un ataque sostenido contra los Houthi, que no respetaron el cese al fuego.
"En las últimas 48 horas hubo un impulso enorme por el enemigo contra nuestro territorio", subrayó el militar, luego de asegurar que al menos 12 rebeldes Houthis murieron en las fronteras sauditas, al intentar infiltrarse al país.
Los combates y ataques de la coalición regresaron a Yemen, pese al llamado del enviado especial de las Naciones Unidas (ONU) de extender la tregua para permitir la entrega de ayuda humanitaria a miles de civiles afectados por el conflicto armado.
Ahmed pidió la renovación del alto al fuego, afirmando que gracias a la tregua de 72 horas, las agencias humanitarias de la ONU y otros organismos internacionales lograron entrar a zonas que antes eran inaccesibles, según un reporte del diario National Yemen en Internet.
“El alto al fuego fue una gran medida, a pesar de violaciones de ambos bandos en varias áreas", destacó el enviado de la ONU en un mensaje a través de su cuenta en Facebook, en el que consideró que son necesarios más días para proporcionar alimentos y suministros humanitarios a los afectados.
"Nos gustaría seguir en esto y buscamos un alcance más amplio en los próximos días”, añadió Ahmed, sin embargo, el canciller yemenita Abdulmalik al-Mekhlafi consideró “inútil” prolongar la tregua, ya que nunca fue respetada por los rebeldes.
"Una extensión (de la tregua) sería inútil, porque incluso si aceptamos, la otra parte no tiene ningún compromiso de respetar el alto al fuego", subrayó el ministro yemenita de Relaciones Exteriores.
"Respetamos el llamado del enviado de la ONU para una extensión, pero en efecto, no ha habido ninguna tregua, debido a las violaciones cometidas por los rebeldes”, dijo Mekhlafi, tras señalar que en el terreno de combate la lucha nunca mostró signos de reducción.
La República de Yemen ha permanecido sumida en el caos desde septiembre de 2014, cuando las tropas del movimiento rebelde Houthi tomaron el control de la sede del gobierno, el aeropuerto, escuelas y varios edificios público de Saná, obligando al presidente Hadi a huir.
De acuerdo con estimaciones de las Naciones Unidas, el conflicto armado en Yemen ha cobrado la vida de casi siete mil personas y causado más de 35 mil heridos en los combates, mientras que por lo menos tres millones necesitan ayuda humanitaria urgente.