Los servicios de rescate "no están buscando a nadie", indicó Curcio, quien señaló que el sismo causó una veintena de personas heridas, "algunas pocas" de cierta gravedad, aunque sus vidas no corre peligro.
Aunque no concretó el número de desplazados, afirmó -en declaraciones transmitidas por televisión- que son "muchísimos", ya que los de hoy se suman a las alrededor de 4.000 personas que abandonaron sus casas tras los terremotos registrados el pasado miércoles en la misma zona.
El terremoto, de magnitud 6,5 en la escala de Richter, se registró a las 07.40 hora local (06.40 GMT) a unos diez kilómetros de profundidad y el epicentro se situó próximo a los municipios de Norcia, Castelsantangelo su Nera, Preci y Visso, en una zona montañosa entre las regiones de Umbria y Las Marcas.
Estas poblaciones se encontraban ya prácticamente vacías debido a que la mayoría de sus habitantes habían sido reubicados en otras zonas a raíz de los terremotos que azotaron la región el miércoles, el mayor de magnitud 5,9 en la escala Richter.
Este nuevo movimiento telúrico se ha saldado con cuantiosos daños materiales en una zona ya muy perjudicada por las últimas sacudidas, que comenzaron el pasado 24 de agosto, con un seísmo que afectó principalmente Amatrice y en el que murieron 297 personas.
La ciudad más dañada por este nuevo desastre ha sido Norcia, cuyo patrimonio cultural ha quedado muy afectado, con el derrumbe casi total de la basílica de San Benedicto, de la que solo queda en pie la fachada.
Además se ha visto afectada la red hídrica, al tendido eléctrico y las carreteras, en las que han aparecido grietas y algunas están cortadas por desprendimientos.