El Ministerio de Relaciones Exteriores ruso justificó la decisión de su país por “la decepción” que el funcionamiento de la CPI causa en el país, pues el tribunal “ha fracasado” en hacer realidad las esperanzas de la comunidad internacional.
“La Corte Penal Internacional no cumplió con las expectativas y no pudo convertirse en un órgano de Justicia verdaderamente independiente y prestigioso”, informó la cancillería en un comunicado difundido por medios locales.
Según la cancillería, Rusia esperó en vano que la CPI, como primera instancia internacional permanente de justicia penal, fuera clave en la lucha contra la impunidad y “para sostener la paz internacional y la seguridad”.
La “ineficacia” y la “unilateralidad” de la CPI, que en sus 14 años de funcionamiento dictó sólo cuatro fallos y gastó más de mil millones de dólares, llamó la atención en varias ocasiones, incluso de la Asamblea General y el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.
Putin ordenó aceptar la propuesta del Ministerio de Justicia, consensuada con el Ministerio de Exteriores, el Tribunal Supremo, la Fiscalía General y el Comité de Instrucción para informar a las Naciones Unidas sobre la decisión de Rusia de no formar parte del Estatuto de Roma.
La resolución -gracias a la cual Rusia queda fuera de la jurisdicción del Tribunal de La Haya- entró en vigor este mismo miércoles.
Con la revocación de la firma del Estatuto de Roma, que es la base legal que creó la CPI, Rusia deja de estar bajo la jurisdicción del Tribunal de La Haya por lo que ni el país ni ningún ciudadano ruso podrá ser procesado en caso de que la corte requiera juzgarlos por crímenes de guerra.
El Estatuto de Roma, que entró en vigor en 2002, es la base de las actividades de la Corte Penal Internacional.
Rusia firmó en el año 2000 el Estatuto que creó esta jurisdicción penal, encargada de juzgar a personas acusadas de crímenes de guerra y contra la humanidad, pero nunca lo ratificó, como sí hicieron otros 123 Estados, con las excepciones de Estados Unidos, China, Israel, Ucrania y otros países.
Los desencuentros entre Rusia y la CPI se agravaron en enero pasado, cuando los jueces autorizaron una investigación sobre crímenes de guerra en el conflicto que enfrentó a Rusia y Georgia en agosto de 2008.