Las autoridades han impuesto desde diciembre de 2015 un estricto toque de queda en el marco de sus enfrentamientos con los rebeldes del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), una organización considerada como un grupo "terrorista" por Ankara y por varios de sus aliados en Occidente.
Cerca de 24 mil habitantes de los barrios del distrito de Sur que siguen bajo el toque de queda abandonaron sus hogares, indicó AI en un informe publicado este martes.
La ONG pide a las autoridades que "levanten sin dilación el toque de queda" y que tomen medidas para asegurarse que los desplazados puedan volver a sus casas.
Según Amnistía, cerca de 500 mil personas han sido obligadas a dejar sus viviendas desde que volvieron los combates al sudeste de Turquía a mediados de 2015, poniendo fin a un proceso de paz que intento terminar con un conflicto que ha dejado más de 40 mil muertos desde 1984.
"A la gente se le informa que tiene que dejar sus hogares con muy poco tiempo de antelación", dijo a la AFP Andrew Gardner, investigador para la ONG, en una entrevista desde Estambul.
"Ellos necesitan ser compensados por la pérdida de sus posesiones pero también por la pérdida de sus medios de vida, ya que cuando pierden su hogar, la mayoría también pierde su trabajo", agregó.