En función de esa alerta, la municipalidad adoptó una serie de medidas como la circulación alterna a partir del viernes, la suspensión de las obras de construcción y la disminución o interrupción, según los casos, de la producción en las fábricas, según una notificación publicada en el sitio internet.
La "alerta roja", el nivel más elevado, se emite cuando una episodio de niebla tóxica puede durar más de 72 horas.
"Las escuelas y los colegios podrán establecer un horario flexible o cerrar sus puertas", indicó la fuente.
La primera "alerta roja" decretada en Pekín fue en diciembre de 2015.
La niebla contaminante que afecta regularmente a Pekín proviene principalmente de la combustión del carbón utilizado para la generación de electricidad y la calefacción.