La Cámara de Comercio de EEUU enfrenta desafíos con el próximo presidente y su equipo, incluyendo superar las profundas divisiones en temas clave como comercio y a la vez trabajar juntos en metas comunes como revocar la ley de salud del presidente Barack Obama del 2010.
El grupo se opuso a la reforma, que extendió la cobertura médica a millones de estadounidenses, como una carga innecesaria para las empresas. El Congreso, controlado por los republicanos, comenzó este mes a trabajar en la revocación de la ley.
"En momentos en que un nuevo plan de salud toma forma, es importante recordar que la situación estaba lejos de ser perfecta antes de que comenzáramos, antes del Obamacare", dijo el presidente de la Cámara, Tom Donohue, en su discurso anual en el que resumió las prioridades del grupo.
"La sola revocación no arreglará nuestro sistema de salud, tendría que existir una transición fluida", añadió.
La Cámara se ha alineado históricamente con los republicanos, en particular durante los gobiernos de Obama cuando luchó contra la ley de salud y criticó lo que consideraba una dura regulación sobre el sector financiero.
Pero el grupo, que dice que representa a más de 3 millones de empresarios y organizaciones profesionales, ha chocado con Trump por la posición del magnate sobre comercio e inmigración.