Según medios rusos, entre esos cinco diplomáticos se encuentra el asesor del agregado militar de la embajada rusa, Alexandr Grudin, al que las autoridades moldavas acusaron recientemente de reclutar como espía a un antiguo diputado moldavo, Yuri Bolbochan.
Bolbochan fue detenido en marzo pasado bajo cargos de espiar para Rusia y podría ser condenado a entre 12 y 20 años de cárcel por alta traición y espionaje.
El gobierno europeísta de Moldavia ya había recomendado este año a los altos cargos y funcionarios del país abstenerse de viajar a Rusia debido a los abusos a los que son sometidos reiteradamente en ese país.
El presidente moldavo, Ígor Dodon, cuyas funciones son principalmente representativas, calificó de "indignante" la medida, que consideró un "acto hostil" y posiblemente un encargo de Occidente, y la condenó "categóricamente".
El prorruso Dodon, que desde que fuera elegido el pasado año se ha reunido ya dos veces en Moscú con el presidente ruso, Vladímir Putin, considera que el Gobierno liberal quiere estropear las relaciones con el Kremlin.
Mientras, el viceministro de Exteriores ruso, Grigori Karasin, tachó de "burda provocación" la decisión de Chisinau y advirtió de que la respuesta de Moscú será "muy firme".
El pasado 10 de mayo Rusia premió la oposición de Dodon a ingresar en la OTAN al levantar el embargo al vino moldavo, del que dependen en gran medida los ingresos del considerado como el país más pobre de Europa.