El Congreso, que sesionará el miércoles, denunció que la presidenta de la Constituyente, Delcy Rodríguez, y otros integrantes de ese órgano tomaron la noche del lunes, con apoyo de militares, el salón de sesiones del Legislativo tras forzar las puertas. Tildó el hecho como un "asalto".
Intentando reorganizar sus fuerzas tras la frustración que provocó la instalación de la Constituyente, la oposición convocó a trancar calles el martes en todo el país, en la continuación de las protestas que inició hace cuatro meses contra el presidente Nicolás Maduro con saldo de unos 125 muertos.
"No abandonamos la calle porque el pueblo tiene razones de sobra para protestar contra la dictadura", aseguró el diputado opositor Freddy Guevara, vicepresidente del Parlamento.
Entre convulsión social y política, el gobierno y el alto mando de la Fuerza Armada se esfuerzan por despejar cualquier duda sobre la estabilidad del país y su unidad en torno a Maduro, luego de un confuso asalto a una base militar en Valencia (norte), que dejó dos muertos, un atacante y tres uniformados heridos, y ocho detenidos.
La Constituyente se instaló en medio de denuncias de fraude y sin el reconocimiento de Estados Unidos, una decena de países latinoamericanos y bloques como la Organización de Estados Americanos (OEA), el Mercado Común del Sur (Mercosur) y la Unión Europea.
Catorce cancilleres de América Latina se reunirán este martes en Lima para tratar la crisis, tres días después de que el Mercosur suspendiera a Venezuela alegando una "ruptura del orden democrático".
Hace unos días, el gobierno de Donald Trump impuso sanciones financieras y jurídicas a Maduro y 13 de sus funcionarios, y no descarta medidas más drásticas.
El lunes, el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, advirtió que "no descarta" romper relaciones con Venezuela si "esto sigue avanzando".
"El cerco internacional, el levantamiento de la voz de todos los Estados que han desconocido esta Constituyente es necesaria para que en Venezuela se genere el cambio político", aseguró el diputado opositor Luis Florido, jefe de la comisión de política exterior del Parlamento.
La Constituyente se estrenó el fin de semana destituyendo a la fiscal general, Luisa Ortega, chavista que rompió con Maduro, y en sus próximas acciones podría dejar sin fuero parlamentario a varios opositores para enviarlos a prisión.
La Constituyente, rechazada por 70% de los venezolanos según Datanálisis, redactará una Carta Magna que sustituirá la de 1999 y regirá al país por hasta dos años -más allá del mandato de Maduro, que culmina en 2019- como un poder plenipotenciario, tomando decisiones de aplicación inmediata.
La oposición, que exige comicios generales para resolver la grave crisis política y económica, considera a la Constituyente como un "fraude" para mantener a Maduro en el poder e instaurar una "dictadura comunista".