La temporada que inició el pasado 1 de junio y corre hasta el 30 de noviembre probablemente terminará con un promedio por encima de la media de 14 a 19 tormentas con nombre.
En parte atribuyen esta situación a que El Niño, que tiende a prevenir la intensificación de tormentas atlánticas, no se formará en el Pacífico ecuatorial como esperaban en sus proyecciones de mayo pasado.
El Niño, marcado por un calentamiento en el Pacífico ecuatorial, puede tener una gran influencia en las tormentas del Atlántico. El fenómeno aumenta la cizalladura del viento en el océano más pequeño que puede desgarrar los sistemas tropicales.
Los científicos pronostican ahora un 60 por ciento de probabilidad de una temporada por encima de la normal, en comparación con el pronóstico que se dio a conocer en mayo, que daba un 45 por ciento de posibilidades y que era con entre 11 y 17 tormentas con nombre.
Funcionarios del NOAA dijeron que el número de huracanes, entre 5 y 9, para la temporada 2017 permanece sin cambios.
"La temporada tiene el potencial de ser extremadamente activa y podría ser la más activa desde 2010", según el informe de la NOAA.
Hasta el momento se han formado seis tormentas en lo que va de la temporada, la última de ellas está activa y se llama Franklin, la cual está a punto de tocar tierra en México por segunda ocasión y que podría hacerlo como el primer huracán de la temporada.
Antes estuvieron Arlene, que se formó en abril pasado en mitad del Atlántico, más de un mes antes del comienzo de la temporada, y luego siguieron Bret y Cindy, luego una "tormenta sin nombre", Don y Emily.