La menor Rosa María Hernández, con parálisis cerebral, fue detenida al salir de un hospital en Corpus Christi, Texas, luego de ser sometida a una cirugía la semana pasada.
“Exigimos que el gobierno libere inmediatamente a Rosa María de su custodia y la devuelva a sus padres”, planteó este lunes la ACLU, en una carta dirigida al jefe de la Oficina de Reasentamiento de Refugiados (ORR) y a otros funcionarios federales.
“Si no se cumple con esta demanda antes de las 14:00 horas tiempo local de mañana martes, tomaremos de inmediato acciones legales y buscaremos todos los recursos disponibles bajo la ley para asegurar la liberación de Rosa María”, advirtió la ACLU en la misiva.
El arresto, la transferencia y la detención continua de Rosa María violan estatutos y regulaciones, guías vinculantes de la agencia, señaló la ACLU. Los estatutos vigentes autorizan a ORR a mantener la custodia solo de un "niño extranjero no acompañado".
La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza y la ORR no pueden representar a Rosa María como un "niño no acompañado" simplemente por el hecho de que la CBP la detuvo mientras estaba temporalmente separada de sus padres (pero no de su familia) por una necesidad de procedimiento médico”, explicó.
La organización de derechos civiles sostuvo que bajo la custodia de la ORR, Rosa María, se encuentra en condiciones peligrosas e inhumanas.
La menor, quien ha vivido sin documentos con su familia en Laredo, Texas, desde los tres meses de edad, estaba siendo trasladada a un hospital en Corpus Christi la madrugada del martes pasado cuando fue detectada por agentes de la Patrulla Fronteriza en un punto de inspección sobre las carretera 59 cerca de la comunidad de Feer, Texas.
Aunque los agentes autorizaron que la menor continuara hacia Corpus Christi, fue seguida por un par de elementos de la Patrulla Fronteriza en un vehículo de la corporación.
Hernández fue intervenida el martes en el Hospital Infantil Driscoll de Corpus Christi, para extraerle la vesicular biliar, mientras los agentes fronterizos mantenían una vigilancia constante en el lugar.
La niña fue dada de alta el mediodía del pasado miércoles y los agentes de la Patrulla Fronteriza asumieron la custodia de la menor y la trasladaron detenida al Baptist Children Home, un alberge en San Antonio, Texas, utilizado por la Oficina de Reasentamiento de Refugiados para mantener ahí a menores indocumentados no acompañados.
En la carta, la ACLU argumenta que Rosa María, nunca había sido separada de sus padres, su detención la ha excluido de las clases de educación especial en la escuela y de los ejercicios terapéuticos y juegos con su madre que son el tejido de su vida cotidiana.
"La condición médica de (Rosa María) requiere atención constante y ella es completamente dependiente de su madre", señala la carta.
"Lo más importante es que en el hogar, Rosa María recibe el cuidado de su madre, que se ha asegurado de que cuente con el apoyo y la terapia domiciliaria que necesita para prosperar... Rosa María necesita este cuidado, estabilidad, rutina y apoyo. Sin su madre y su comunidad de servicios de apoyo, su progreso en el desarrollo sufrirá", advierte.
“Separar a la fuerza a Rosa María de sus afecciones familiares provocará graves lesiones psicológicas y emocionales en ella y en toda su familia, al igual que la remoción repentina y forzada de cualquier niño pequeño de un ambiente estable y familiar”, señaló la ACLU.
Los padres de Rosa María, viven como inmigrantes indocumentados en Laredo, Texas, a 240 kilómetros de San Antonio, donde su hija se encuentra detenida y por su condición migratoria no pueden acudir a estar a su lado. La menor ha sido visitada solo por familiares con ciudadanía o residencia legal en Estados Unidos.
La ACLU lanzó también a través de las redes sociales el “hashtag” #FreeRosa, para unificar a los simpatizantes de la menor en la demanda de que se le libere y entregue a sus padres.
MoveOn.org, la organización de activismo político nacional, se unió a la campaña, señalando en un mensaje de Twitter que la detención de la niña ejemplifica la verdad detrás de la mentira repetida de la administración del presidente Donald Trump de que el aumento de arrestos de inmigración de este año apunta a mantener seguros a los estadunidenses.