En su reporte, la delegación de la OEA indicó que la votación del domingo 5 de noviembre transcurrió de manera tranquila, fluida, pacífica y sin mayores incidentes, aunque al final del proceso se produjeron varios incidentes aislados de violencia que resultaron en la muerte de cinco personas.
Asimismo, la misión aseguró haber identificado “avances importantes” y “debilidades propias de todo proceso”, que en cualquier caso “no han afectado en lo sustancial la voluntad popular que se manifestó en las urnas”.
En general, la delegación de la OEA aseguró en su reporte que “existe espacio para fortalecer el ámbito legal, técnico, procedimental, tecnológico y humano, de los procesos electorales de Nicaragua”.
“El sistema electoral nicaragüense se beneficiaría de una reforma electoral comprensiva que abarque diversos temas. Es necesario un marco jurídico y administrativo de carácter permanente, que brinde mayor confianza y seguridad a las fuerzas políticas y a la ciudadanía”, afirmó.
Encabezada por el vicepresidente de la Corte Electoral de Uruguay, Wilfredo Penco, la misión desplegó progresivamente a partir del 9 de octubre pasado un equipo de 60 observadores, coordinadores regionales y expertos.
El equipo se entrevistó con los principales actores del proceso electoral y observó tanto los preparativos como las elecciones en los 15 departamentos y dos regiones autónomas del país. El día de la elección, los observadores visitaron 787 Juntas Receptoras de Votos (JRV) en 393 Centros de Votación.