De los 42.7 millones de adultos con ascendencia hispana, nueve de cada 10 (un 89 por ciento) se considera latino o hispano, sin embargo cinco millones de personas no se reconocen como latinos o hispanos a pesar de tener esas raíces en su familia, de acuerdo con la investigación.
“Entre más cerca están de sus raíces inmigrantes, es más probable que los estadunidenses con ascendencia hispana se identifiquen como latinos”, sostuvo el estudio, el primero de su tipo que examina las actitudes entre las generaciones de hispanos en Estados Unidos.
Casi todos los inmigrantes adultos (97 por ciento) de primera generación se identifican como originarios de América Latina o de España.
Para la segunda generación, las personas nacidas en Estados Unidos que por lo menos tenga un padre inmigrante, la identificación latina se diluye ligeramente a un 92 por ciento del total, de acuerdo con la investigación del Centro Pew.
Sin embargo, entre la segunda y tercera generación se registra un desplome de la identificación como latino: Sólo el 77 por ciento de estadunidenses hijos de padres nacidos en Estados Unidos se considera a sí mismo como latino o hispano.
Para la cuarta generación, la identidad como latino o hispano se diluye todavía más: Sólo el 50 por ciento de los latinos que tienen padres estadunidenses, abuelos estadunidenses o bisabuelos estadunidenses, se perciben como hispanos.
De hecho, ocho de cada 10 latinos que reconocen tener un ancestro (padres, abuelos, bisabuelos o tatarabuelos) nacidos en Estados Unidos, nunca se han visto o sentido como hispanos.
Cuando se les pregunta las razones, la respuesta más común de los estadunidenses de cuarta generación es que sus antepasados hispanos son muy lejanos o que tienen ancestros con mezcla racial.
El Centro de Investigación Pew realizó dos encuestas sobre las actitudes y experiencias en el tema de la identidad étnica. La primera fue con mil 500 personas que se identifican como latinas, y la segunda -primera en su tipo- con 401 estadunidenses que tienen raíces hispanas pero no se perciben como latinos.
La tasa de uniones entre latinos con cónyuges de diferente origen étnico o raza se han mantenido relativamente altas y sin cambios significativos en las últimas décadas y es más alta que entre afroamericanos o anglos.
En 2015, un 25.1 por ciento de los latinos recién casados vivían en una relación interétnica o interracial, y más del 18 por ciento de los latinos casados tenía una esposa o esposo no latino.