de los numerosos escándalos de ética que protagonizó durante su gestión.
A pesar de ello, el presidente Donald Trump pareció darle un último espaldarazo a Pruitt al anunciar su salida del gobierno, en un mensaje en su cuenta de la red social Twitter, acreditándolo por el progreso logrado en la implementación de sus políticas en ese frente.
“He aceptado la renuncia de Scott Pruitt como administrador de la Agencia de Protección del Medio Ambiente. Dentro de la agencia, Scott ha hecho un sobresaliente trabajo, y siempre le estaré agradecido por esto”, dijo el mandatario.
Trump adelantó que el subadministrador de la EPA, Andrew Wheeler, servirá de manera interina en el cargo, y se dijo confiado de que éste continuará con la agenda seguida por Pruitt, enfocada en gran parte en eliminar muchas de las regulaciones implementadas por el gobierno anterior.
“No tengo duda de que Andy continuará con nuestra gran y duradera agenda de la EPA. Hemos logrado un enorme progreso y el futuro de la EPA es bastante brillante”, indicó el mandatario.
Pruitt, quien es objeto de al menos de 14 investigaciones derivadas de varias de las controversias en que se ha visto involucrado, hizo referencia en su carta de renuncia el clima de acoso que han sufrido tanto él como su familia.
“Los ataques sin descanso sobre mi persona, sobre mi familia, no tienen precedente y han tenido un considerable saldo sobre todos nosotros”, señaló en la misiva.
Entre los actos aparentemente indebidos, Pruitt fue acusado de duplicar sin necesidad el tamaño de su aparato de seguridad, utilizando este personal en algunos casos para tareas domésticas, así como de haber pedido ayuda para que su esposa obtuviera una franquicia de la cadena de hamburguesas Chick-fil-A.
Un reciente video de una mujer que confronta a Pruitt en un restaurante demandándole que renuncie, se hizo viral, y evidenció el creciente malestar generado por su gestión fuera de los círculos gubernamentales o del sector energético, donde él se desempeñó antes como cabildero de la industria del carbón.
A pesar de todo, Pruitt gozó a lo largo de su gestión del respaldo firme del presidente Trump, quien ha presumido la política de desregulación en el ámbito energético, como uno de los principales logros de su gobierno hasta ahora