extremas provocadas en Argentina por el debate de la legalización del aborto.
El Senado votará el 8 de agosto próximo si ratifica o rechaza la ley que ya aprobó la Cámara de Diputados y que permite la interrupción voluntaria del embarazo hasta la semana 14 de gestación, con el único requisito de que lo solicite la persona gestante.
En medio de la incertidumbre sobre el resultado de la votación, en todo el país se han replicado acciones contra el aborto, impulsadas principalmente por la iglesia católica o por profesionales de la salud y políticos que anteponen sus creencias religiosas en el diseño de políticas de salud.
"En mi guardia, los abortos se harán sin anestesia", advirtió en redes sociales Facundo Segovia, un médico del Hospital del Niño y de la Madre de la ciudad de La Rioja, que fue despedido ante la indignación que generaron sus comentarios.
Verónica Tripailao, titular de la Unidad Funcional de Género de una localidad de la provincia de La Pampa, propuso "terminar" con las mujeres que promueven el aborto y ponerles "a todas juntas con una bomba y listo, y al tiempo, cuando la familia se junte a llorarlas, otra bomba más y así vamos limpiando el país".
Gonzalo Cordero, un policía de la provincia de Córdoba, escribió: "qué lindo día para hacer puntería sobre pañuelos verdes", en referencia a las activistas prolegalización del aborto que convirtieron ese color en emblema de su lucha.
"Si no quieren tener hijos, cierren las piernas", les dijo de manera agresiva el cura Hernán Ustariz a las alumnas de una escuela secundaria de la provincia de Buenos Aires que están a favor de la legalización del aborto.
Tino Abuawad, un profesor de biología de la provincia de Salta, publicó la foto de un simulacro de fusilamiento a una joven que porta el pañuelo verde con la leyenda "Campaña nacional por el aborto libre, seguro y gratuito".
En Jujuy, un hombre llamado Roque Facundo García, fue detenido después de proponer en redes sociales el armado de un grupo para "matar, descuartizar y exhibir en la calle a pedazos" a las mujeres que impulsan la legalización del aborto.
En la provincia de Santa Fe, un grupo de personas quemó los pañuelos verdes, en tanto que en Río Negro golpearon a una joven que llevaba esta prenda en su muñeca, y a la que le gritaron "¿por qué no usas anticonceptivos?".
A la cantante Mariana Carrizo, quien compuso una canción en favor de la legalización del aborto, la agredieron con insultos como "asesina", "mátate vos", "pégate un tiro" y "arderás en el infierno".
En una escuela secundaria de la provincia de Santiago del Estero hicieron desfilar a los alumnos vestidos con los pañuelos azules, que representan el rechazo a la legalización del aborto.
Al ministro de Salud, Adolfo Rubinstein, quien apoya la ley sobre interrupción voluntaria del embarazo, un grupo de personas le impidió dar una charla en la ciudad de Tandil de manera agresiva, con gritos en su contra.
En Tucumán, una médica fue atacada por grupos violentos después de haber practicado un aborto a una niña de 11 años que fue violada y que, por lo tanto, tenía derecho a este tipo de intervención.