funcionarios e investigadores del recinto permanecían en vigilia en los alrededores del lugar, informó la Agencia Brasil.
La agencia noticiosa precisó que los bomberos esperaban garantizar el abasto de agua para controlar las llamas, que se mantenían activas a las 23:00 hora local del domingo (02:00 GMT del lunes), y cuyo origen aún debe ser investigado.
Autoridades del museo citados por la Agencia Brasil indicaban que los bomberos tenían dificultades para transportar el agua mediante pipas hacia el recinto, ubicado en una colina que forma parte de un parque nacional.
Algunos técnicos de la sede cultural apuntaban que otras dificultades se relacionan con los materiales que están en el museo, que son inflamables.
La oficina de prensa del Museo Nacional puntualizó que por el momento no hay una evaluación de las pérdidas, pero directivos apuntaron que la mayor parte del acervo fue afectada.
En declaraciones a la noticiosa Agencia Brasil, el director de Preservación del recinto, Joao Carlos Nara, dijo que el fuego causó un "daño irreparable" al acervo, y "poco quedará" cuando se extingan las llamas.
"Infelizmente, la reserva técnica, que esperábamos que sería preservada, también fue afectada (por el fuego). Tendremos que esperar el fin del trabajo de los bomberos para verificar realmente la dimensión de todo", explicó el arquitecto e historiador.
En tanto, el diario Jornal do Brasil citó fuentes de los bomberos, quienes aseguraban que una pequeña parte del acervo pudo ser retirada antes de ser alcanzada por las llamas, sin precisar de qué piezas se trataba ni hacia dónde fueron transportadas, y que un anexo del museo permanecía intacto.
El Museo estaba cerrado al público al momento del incendio y sólo había cuatro vigilantes que lograron salir, por lo que no se reportaban víctimas, pero el fuego afectó la mayor parte del edificio, en especial las áreas de colecciones y exposiciones, así como un área administrativa, indicó la Agencia Brasil.
El acervo del Museo incluía unas 20 millones de piezas, entre ellas el esqueleto humano más antiguo encontrado en América, en el sitio brasileño de Lagoa Santa, con unos 12 mil años de antigüedad, considerado el mayor tesoro arqueológico del país, indicó el Jornal do Brasil.
El museo está localizado en el parque nacional de la Quinta Boa Vista, en San Cristóbal, en la zona norte de Río de Janeiro, y tiene su sede en un edificio del siglo XIX, que fue residencia de la familia real brasileña, y está vinculado a la Universidad Federal de Río de Janeiro, indicó el diario Jornal do Brasil.
El Museo Nacional de Río de Janeiro fue fundado en 1818 por el entonces monarca portugués Joao VI, y tiene colecciones de paleontología, arqueología, geología, botánica y zoología, así como una biblioteca con obras raras, y un área de extensión y estudios de posgrado.
También albergaba la mayor colección de momias egipcias en América Latina, así como otras momias de la América precolombina, piezas indígenas del Brasil y obras provenientes de África.