De Kansas a Nueva York, los menores fueron despertados a la mitad de la noche y hechos subir a autobuses con mochilas y bocadillos para un viaje hasta Tornillo, el oeste de Texas, a unos 35 kilómetros al sureste de El Paso, en la frontera con México.
La mayoría de niños fue alojada en casas de acogida privadas o refugios, en donde recibieron educación formal y visitas regulares con representantes legales asignados a sus casos de inmigración.
Pero en las filas de tiendas en la arena de Texas, los niños en grupos de 20, separados por género, duermen alineados en literas.
Según el diario, en el lugar no hay escuela y los niños reciben libros de trabajo que no tienen la obligación de completar y el acceso a los servicios legales es limitado, destacó el diario.
El rotativo dijo que el gobierno federal lucha por encontrar espacio para más de 13 mil niños migrantes detenidos, la población más numerosa de la historia, cuyo número se ha multiplicado por más de cinco desde 2017.
El promedio de tiempo que los niños migrantes permanecen bajo custodia casi se ha duplicado en el mismo período, de 34 a 59 días, de acuerdo al Departamento de Salud y Servicios Humanos.
Cientos de niños son enviados desde refugios al oeste de Texas cada semana, y en total son más de mil 600 hasta ahora.