La Cruz Roja en Indonesia y organizaciones humanitarias internacionales alertaron hoy un repunte de casos de diarrea, erupciones cutáneas e infecciones respiratorias en hospitales y albergues de damnificados.
Advirtieron que el saneamiento deficiente, la nutrición inadecuada y el hacinamiento en los refugios temporales podrían derivar en un “grave problema” para los desplazados y quienes se encuentran aún, 11 días después de los fenómenos naturales, a la intemperie.
La Agencia Nacional de Mitigación de Desastres (BNPB) dijo que más de 82 mil 775 personas fueron desplazadas, algunas viven con familiares y otras acampan entre los restos de viviendas o en campamentos abarrotados en la ciudad de Palu y áreas remotas.
En estas zonas aún no ha llegado la ayuda, dijeron.
El vocero de la Agencia, Sutopo Purwo Nugroho, dijo que la cifra de muertos por el terremoto y el tsunami alcanzó los dos mil 010, con el rescate de otros 62 cuerpos, en la víspera.
Sobre los desaparecidos, el funcionario dijo que aún no hay una cifra, pero admitió que pueden ser miles.
Expuso que unas cuatro mil casas de los distritos de Balaroa, Petobo y Jono Oge, Palu, quedaron enterradas por la licuefacción, fenómeno que tras un temblor derrite el suelo.