convertir medidas de salud pública, como la de que los niños se pongan mascarillas en las escuelas, en disputas políticas para su propio beneficio", dijo Biden en un discurso en la Casa Blanca.
Cuando el año escolar está a punto de comenzar, autoridades sanitarias recomendaron que todos los alumnos usen mascarilla en las aulas, incluidos los que se vacunaron; sin embargo, algunos gobernadores, especialmente los republicanos de Texas y Florida, prohibieron a las escuelas de sus estados imponer esa obligación a los alumnos y dicen defender el "derecho" de los padres de decidir lo que quieren para sus hijos.
Varios distritos escolares anunciaron que desafiarán esa prohibición. En respuesta, el gobernador de Florida, Ron DeSantis, amenazó cortar los fondos de las escuelas rebeldes o incluso dejar de pagar el salario a los responsables de las escuelas implicados en esas decisiones.
Biden dijo el miércoles que pidió al secretario de Educación tomar "medidas suplementarias" para proteger a los niños. "Eso incluye emplear toda su autoridad de supervisión y acciones legales apropiadas contra los gobernadores que tratan de bloquear e intimidar a funcionarios de las escuelas y docentes".
Añadió que los salarios que eventualmente le sean retenidos a quienes decidan imponer las mascarillas en las aulas serían pagados "100%" con fondos federales.
"Si no pelean contra el COVID-19, que al menos no se interpongan en el camino de quienes lo están haciendo", agregó.