niqab que les cubra el rostro, según un decreto publicado por el régimen talibán la víspera de la reapertura de las universidades privadas.
Además, las mujeres matriculadas en esos establecimientos tendrán que salir de clase cinco minutos antes que los hombres y esperar en una sala hasta que estos últimos hayan dejado el edificio, precisó el decreto, fechado el sábado y publicado por el Ministerio de Enseñanza Superior.
Las universidades, por su parte, deberán "contratar a profesoras para las estudiantes" o intentar contratar a "profesores mayores" cuya moralidad haya sido probada, recogía el decreto.
Durante el primer mandato del movimiento islamista (1996-2001) la prohibición de las clases mixtas impidió que casi todas las mujeres pudieran estudiar.
En aquel entonces, era obligatorio el uso del burka, cuyo velo cubre completamente el cuerpo, de la cabeza a los pies, con una redecilla a la altura de los ojos.
La abaya, que deberán llevar las alumnas de centros privados, es un largo velo que cubre todo el cuerpo. El nicab, por su parte, cubre el rostro pero deja los ojos a la vista.
La comunidad internacional espera expectante a ver qué trato dan los talibanes a los derechos de las mujeres, tras su toma del poder el pasado 15 de agosto.
Desde entonces, el movimiento islamista ha querido ofrecer un talante más moderado.
Respecto al hecho de que las clases mixtas estén prohibidas, "será complicado desde un punto de vista práctico, no tenemos suficientes profesoras ni suficientes salas de clase para separar a las chicas" de los chicos, subrayó a la AFP un profesor universitario, que pidió el anonimato.
"Pero el hecho de que permitan que las chicas vayan a la escuela y a la universidad es, en sí, un paso importante y positivo", añadió.
Antes del regreso al poder de los talibanes, las estudiantes afganas podían asistir a clases mixtas y a cursos impartidos por hombres.