cuestionada reforma al Código Electoral y consideraron una "burla" que el presidente del país, Laurentino Cortizo, solo haya vetado un artículo del proyecto legislativo.
"Rechazamos ese paquetazo, pero no solo la reforma electoral sino el Código porque son antidemocráticas. Estamos exigiendo cárcel para los corruptos", dijo a Efe el secretario general del Sindicato Único Nacional de Trabajadores de la Industria de la Construcción y Similares (Suntracs), el más poderoso del país, Saúl Méndez.
Al menos 4.500 personas agrupadas en los principales sindicatos y movimientos sociales, según datos preliminares de la Defensoría del Pueblo, recorrieron desde el emblemático Parque Belisario Porras, en pleno corazón de Ciudad de Panamá, hasta la histórica Plaza Catedral, en el colonial Casco Antiguo y cerca de la sede de la Presidencia, por las principales calles de la capital.
Los manifestantes protestaron pacíficamente llevando banderas representativas de sus grupos, pancartas contra el Gobierno y muñecos con la cara del presidente panameño.
Cortizo objetó parcialmente y devolvió en la víspera al Parlamento el proyecto de Ley 544 que reforma el Código Electoral, aprobado el pasado 15 de octubre por los diputados, pero solo vetó un artículo sobre amnistía a las multas impuestas a los candidatos por no presentar informes de los ingresos y egresos de campaña.
La decisión del Ejecutivo levantó duras críticas entre los propios diputados, la clase política y la sociedad civil, pues no objetó los temas más polémicos ni exigió la inclusión de artículos en pro a la paridad de género, adjudicación de curules, financiación de los partidos políticos ni el fuero electoral penal.
"Eso es una burla. ¿Por qué no veta toda la ley? Porque es parte de toda la partidocracia que nos ha gobernado históricamente. El clientelismo, el robo de urna, el cambio de acta, eso no lo resuelve el Código ni sus reformas", declaró Méndez.
Méndez apuntó que "da igual si Cortizo veta o no porque la estructura del Código Electoral y de sus autoridades es exactamente la misma" y da ventajas a los grandes partidos.
Señaló que la única vía que "resuelve" este conflicto es activando la Asamblea Constituyente Originaria, una opción no prevista en la Carta Magna vigente, que solo plantea la Constituyente Paralela, es decir, sin poderes plenipotenciarios y que trabaja a la par que el resto de los poderes públicos.
El pasado viernes, el Parlamento de Panamá aprobó una polémica reforma electoral, que avanzó con velocidad en los tres debates parlamentario a pesar de las objeciones de la clase política y sociedad civil al calificarlo como un retroceso democrático.
El proyecto de ley 544 fue consensuado por la Comisión Nacional de Reformas Electorales (CNRE), en la que están representados los partidos y la sociedad civil, pero que sufrió cambios durante la discusión parlamentaria que han sido rechazados casi al unísono por la opinión pública.
El pleno de la AN, de 71 escaños, aprobó este miércoles en segundo debate el proyecto de reforma electoral "luego que la Comisión de Gobierno acogiera la objeción parcial y eliminara el art. 227, que ordenaba una amnistía a las multas y evitar que esta figura sea considerada una forma de debilitar el proceso electoral".
El Parlamento panameño no informó cuándo dará el tercer y definitivo debate a la polémica reforma electoral.