EE. UU., no afectará a los contratos de perforación ya existentes ni se aplicará a los minerales de la zona que son de propiedad privada, estatal o tribal, según la Casa Blanca.
Lo que sí evitará es que se firmen nuevos contratos de explotación petrolera o gasística dentro de un radio de 10 millas (16 kilómetros) alrededor del cañón del Chaco, un parque que es Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO y donde hay numerosas ruinas de civilizaciones precolombinas.
“Hoy actuamos para proteger el paisaje del Chaco y sus alrededores, en el noroeste de Nuevo México, de futuros contratos de petróleo y gas”, dijo Biden durante una cumbre virtual con naciones tribales en la Casa Blanca.
Muchos líderes tribales de la zona y grupos de defensa del medioambiente llevan años presionando para mejorar la conservación de esa área, explicó la secretaria de Interior estadounidense, Deb Haaland, que es la primera persona indígena que ocupa ese cargo en la historia de Estados Unidos.
Un lugar con un significado profundo
“El cañón del Chaco es un lugar sagrado que tiene un significado profundo para los pueblos indígenas cuyos ancestros vivieron, trabajaron y prosperaron en esa comunidad en pleno desierto”, afirmó en un comunicado Haaland, que pertenece a una de las tribus de Nuevo México, la de Laguna Pueblo.
De acuerdo a la organización medioambiental The Wilderness Society, el 91 % de las tierras que rodean el parque del cañón del Chaco ya están sujetas a contratos de exploración de petróleo y gas, que no se cancelarán bajo la nueva iniciativa.
En un comunicado, ese grupo celebró el anuncio de Biden, pero subrayó la necesidad de seguir trabajando para “proteger permanentemente” la zona de la exploración de combustibles fósiles.
Por su parte, los mayores productores petroleros de Nuevo México aseguraron que acatarán la medida, pero advirtieron de que podría dañar la economía del estado, indicó el diario The Wall Street Journal.
Como primer paso, el Departamento de Interior paralizará cualquier nuevo contrato de gas y petróleo en la zona en los próximos dos años, mientras lleva a cabo un análisis económico de la zona y busca comentarios del público y las tribus sobre su propuesta.
En enero, días después de llegar al poder, Biden suspendió las concesiones de petróleo y gas natural en terrenos federales, pero un juez federal frenó esa medida en junio, y su Gobierno sigue firmando ese tipo de contratos a nivel nacional.