momento en el que los derechos de la mujer sufren abusos, amenazas y los avances conseguidos durante décadas “se desvanecen ante nuestros ojos”.
“En Afganistán, las mujeres y las niñas han quedado excluidas de la vida pública. En muchos lugares, los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres están retrocediendo. En algunos países, las niñas que van a la escuela corren el riesgo de ser secuestradas y agredidas. En otros, la policía se aprovecha de mujeres vulnerables a las que ha jurado proteger”, destacó como ejemplo de esta situación.
António Guterres afirmó que “la igualdad de género se aleja cada vez más” y, citando datos de ONU Mujeres, la situó a 300 años de distancia en caso de seguir “por la misma ruta”.
Tras destacar el aumento de la mortalidad materna o el impacto que causan el COVID-19 o los conflictos internacionales en las mujeres y las niñas, señaló que “el patriarcado está contraatacando”, pero resaltó que las Naciones Unidas “también” lo están haciendo mediante el trabajo de sus equipos y agencias humanitarias sobre el terreno.
- No al rezago en la revolución tecnológica -
Seguidamente, Guterres destacó que el tema elegido este año por la Comisión, la eliminación de las diferencias de género en la tecnología y la innovación, “no podría ser más oportuna”, ya que “mientras la tecnología avanza a toda velocidad, las mujeres y las niñas se quedan atrás”.
“En todo el mundo, las niñas y las mujeres representan sólo un tercio de los estudiantes de ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas. En el sector tecnológico, los hombres superan a las mujeres en una proporción de dos a uno. En Inteligencia Artificial, sólo uno de cada cinco trabajadores es mujer”, evidenció.
Una desigualdad que extendió al Premio Nobel en categorías científicas, donde un equipo de mujeres consiguió por primera vez el premio hace tres años, mientras que los hombres se repartieron el galardón 172 veces.
“Los macrodatos son el ‘nuevo oro´ y la base de las decisiones políticas y empresariales actuales. Pero a menudo ignoran las diferencias de género o hacen la vista gorda ante las mujeres por completo, lo que da lugar a productos y servicios que alimentan la desigualdad de género desde el principio”, alertó.
Tras recordar que la “desigualdad de género es una cuestión de poder”, llamó a equipar este poder mediante tres vías:
- aumentando la educación, los ingresos y el empleo de las mujeres y las niñas
- impulsando su plena participación y liderazgo en la ciencia y la tecnología
- creando un entorno digital seguro para ellas.
El Secretario General de la ONU, António Guterres, en la sesión inaugural de la 67ª sesión de la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer
ONU/Manuel Elias
- La importancia del aprendizaje en línea para las mujeres -
Por su parte, el presidente de la Asamblea General, Csaba Kőrösi, destacó que el aprendizaje en línea en algunas regiones “está reduciendo las brechas educativas de género, preparando a las mujeres para empleos digitales y conectándolas con oportunidades de trabajo”.
“Al abordar los estereotipos que impiden a las niñas seguir las denominadas carreras STEM (Ciencias, Tecnología, Ingeniería, Matemáticas), podemos trabajar para cambiar la mentalidad y aumentar la diversidad de pensamiento en nuestros lugares de trabajo”, señaló.
Citando a la escritora Nancy Duarte indicó que "el futuro no es un lugar al que nos dirigimos. Es un sitio que tú puedes crear".
- La brecha digital es el nuevo rostro de la desigualdad de género -
La directora ejecutiva de ONU Mujeres destacó que el mundo se enfrenta actualmente “a un nuevo tipo de pobreza que excluye a las mujeres y las niñas de forma devastadora: la pobreza digital”.
Sima Bahous alertó de que “la brecha digital se ha convertido en la nueva cara de la desigualdad de género, que se ve agravada por el retroceso contra las mujeres y las niñas que vemos en el mundo de hoy”.
Precisamente, por ese motivo, destacó que el trabajo de la 67 Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer “no podría ser más oportuno ni más crítico”, en un encuentro que servirá para elaborar “normas y estándares para un tema urgente de gran importancia que ofrece tanto oportunidades como desafío”.”
Bahous advirtió que la revolución digital ofrece “oportunidades sin precedentes para las mujeres y las niñas”, pero que también genera “nuevos y profundos desafíos” y alertó sobre el aumento de la desigualdad de género.
“No lograremos la igualdad de género sin cerrar la brecha digital”, añadió.
“Las mujeres tienen un 18% menos de probabilidades que los hombres de poseer un teléfono inteligente y muchas menos de acceder a Internet o utilizarlo. Solo el año pasado 259 millones más de hombres que de mujeres se conectaron a internet. Sólo el 28% de los graduados en ingeniería y el 22% de los trabajadores en inteligencia artificial a nivel mundial son mujeres”, explicó a modo de ejemplo.
Finalmente destacó que la brecha digital puede limitar el acceso de las mujeres a información vital, a los servicios de transferencia de dinero a través del teléfono móvil o a los servicios públicos en línea.
Esto influye fundamentalmente en que una mujer complete su educación, posea su propia cuenta bancaria, tome decisiones informadas sobre su cuerpo, alimente a su familia o consiga un empleo productivo. En el fondo. La brecha digital está generalizada porque la tecnología está omnipresente en todos los aspectos de nuestra vida moderna”, recalcó