con la marina surcoreana en las aguas del país, un gesto de fuerza ante Corea del Norte, que lanzó hoy dos nuevos misiles balísticos.
Tras las maniobras de hoy al sur de la isla de Jeju, el portaaviones llegará el martes al puerto surcoreano de Busan (sur), según confirmó el Ministerio de Defensa Nacional surcoreano en un comunicado.
En estas maniobras también participarán el destructor Sejong El Grande de la Armada surcoreana y equipado con el sistema Aegis y el destructor Choe Yeong, según añadió el Ministerio.
En octubre del año pasado, Estados Unidos ya desplegó el portaaviones de propulsión nuclear USS Ronald Reagan en Corea del Sur, utilizado para unas maniobras conjuntas junto a ese país y Japón.
El inicio de las maniobras del portaaviones se produce en el mismo día en el que el Norte disparó dos misiles balísticos no identificados al mar de Japón (llamado mar del Este en las dos Coreas), en una nueva réplica a las grandes maniobras de primavera que realizan estos días en el Sur de la península Seúl y Washington.
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El Estado Mayor Conjunto (JCS) surcoreano confirmó en un comunicado que los dos lanzamientos se habían producido desde el condado de Junghwa, en la provincia de Hwanghae del Norte (suroeste del país) en torno a las 07:47 hora local (22:47 GMT del domingo) y que recorrieron unos 370 kilómetros cada uno.
Se trata del undécimo lanzamiento realizado este año por Corea del Norte, la mitad de ellos realizados para replicar a Corea del Sur y EE.UU., que estos días están llevando a cabo sus mayores maniobras militares conjuntas desde 2018.
"Condenamos enérgicamente los sucesivos lanzamientos de misiles balísticos de Corea del Norte como graves provocaciones que socavan la paz y la estabilidad en la península de Corea, así como a la comunidad internacional, y constituyen una clara violación de las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU", dijo el JCS.
La península vive un nivel histórico de tensión después de un 2022 en el que Corea del Norte, que ha rechazado ofertas para retornar al diálogo, realizó un número récord de pruebas de armas y en el que los aliados volvieron a realizar grandes maniobras y a desplegar portaaviones de propulsión nuclear o bombarderos estratégicos en la península.