para el Desarrollo, Guterres señaló que había hablado con el jefe de las Fuerzas Armadas Sudanesas, Abdelfatah Al Burhan, y con su rival de la Fuerza de Apoyo Rápido (FAR), Mohamed Hamdan Dagalo "Hemedti".
A ambos los conminó a "cesar de inmediato las hostilidades, restablecer la calma y comenzar un diálogo para superar la crisis", mientras que también hubo llamadas del secretario general a los dirigentes de la Unión Africana y de la Liga Árabe para contribuir a desactivar el conflicto armado, que ha dejado sobre todo víctimas entre los civiles en la capital de Sudán y en la región de Darfur.
Antonio Guterres también mencionó que los líderes militares deben "retomar el camino de la transición", en alusión al proceso democrático interrumpido por Al Burhan y que no guarda relación con el actual conflicto, algo que han dejado claro los líderes del movimiento civil prodemocracia desmarcándose claramente de ambos bandos militares.
-Ejército, paramilitares o milicias rebeldes-
Los enfrentamientos intersudaneses comenzaron después de que el Ejército acusara a las FAR el sábado de atacar la residencia del Al Burhan el mismo día que tenía prevista una reunión con el líder de los paramilitares.
Tras estos acontecimientos, el Ejército disolvió las FAR y las declaró una "milicia rebelde", e indicó que tras tres días de combates los uniformados han podido "infligir grandes pérdidas" entre los paramilitares, "muchos" de los cuales se han rendido y unido a sus filas, según la versión de las Fuerzas Armadas.
El Ejército asegura, además, que todos los intentos de diálogo con las FAR "han fracasado", mientras que Hemedti urgió hoy a la comunidad internacional a "intervenir" contra las Fuerzas Armadas y contra Al Burhan en particular, al que calificó de "islamista radical".
Hoy está previsto que el representante especial para Sudán del secretario general de la ONU, Volker Perthes, informe a puerta cerrada al Consejo de Seguridad, tras lo cual comparecerá ante la prensa por videoconferencia.