los países de la OEA a "unirse a la preparación de la cumbre mundial de la paz", en un vídeo transmitido durante la asamblea general de la organización que se celebra en Washington.
Ucrania lleva meses intentando engrosar la lista de países que le apoyan frente a Rusia, sobre todo en América Latina, donde casi todos los Estados han condenado la operación rusa pero son reticentes a sancionar a Moscú o a enviar armas a Kiev.
"El año pasado presenté la fórmula de paz de Ucrania. Y desde entonces ya hemos involucrado a decenas de naciones para trabajar en su implementación", les dijo Zelenski, que asegura que su país se defiende con armas y con "la fuerza de la diplomacia".
"También estamos preparando la cumbre de la paz global", que determinará el papel de cada Estado en esa fórmula, explicó en alusión al encuentro que organiza para poner fin a la invasión rusa de Ucrania.
::-Descarta una mediación-::
"No, no hay alternativa a ello", insistió, en un momento en el que Brasil y otros países como China e Indonesia intentan posicionarse como mediadores entre ucranianos y rusos para poner fin a la guerra.
"Los misiles y la artillería rusos queman nuestras ciudades y pueblos, los ecocidios rusos destruyen la naturaleza de nuestro país", por lo tanto "los ucranianos son quienes mejor entienden qué se debe hacer exactamente para restaurar la paz" aunque se necesitan "esfuerzos colectivos", sostuvo.
"Les invito a trabajar con nosotros y con todas las naciones libres del mundo en la implementación de la fórmula de la paz, y les invito a unirse a la preparación de la cumbre mundial de la paz", afirmó en el video.
Les agradeció su "apoyo" por haber respaldado las resoluciones de la asamblea general de la ONU, y como organización, de la que Rusia fue expulsada como observador permanente en abril de 2022.
El presidente acusó a Moscú de cometer "crímenes catastróficos de ecocidio" y puso como ejemplo la destrucción de la represa hidroeléctrica de Kajovka, en una zona bajo control ruso en el río Dniéper, que causó inundaciones que destruyeron extensas áreas de cultivos y obligaron a evacuar a miles de personas de ciudades y pueblos cubiertos por las aguas.