grandes maniobras aéreas en las que participan unas 130 aeronaves de ambos países con el objetivo de reforzar capacidades conjuntas frente a Corea del Norte.
El ejercicio Vigilant Defense 24, que durará hasta el próximo viernes (03.11.2023), supone la movilización de cazas furtivos F-35A surcoreanos, así como aviones cisterna Airbus KC-330 o aviones de alerta temprana E-737, según un comunicado de las Fuerzas Aéreas surcoreanas.
Los simulacros también implican el despliegue de cazas F-35A, F-35B y FA-18 estadounidenses, así como la participación de un avión cisterna de las Fuerzas Aéreas australianas, añade el escrito.
Durante los ejercicios, que se realizarán ininterrumpidamente, los aliados realizarán simulacros de interdicción aérea y operaciones de apoyo, de cara a mejorar la interoperabilidad de los aviones de combate avanzados de ambos países.
Las Fuerzas Aéreas estadounidenses ya han adelantado que se trata de un ejercicio "defensivo" que no busca provocar a Corea del Norte, que suele considerar estas maniobras como ensayos para invadir su territorio. De hecho, Pyongyang respondió el año pasado a estos mismos ejercicios aéreos lanzando más de una veintena de misiles de distinto tipo en un solo día.