golpista de extrema derecha en Alemania, incluido el presunto cabecilla, el príncipe Enrique XIII de Reuß, comenzó el martes (21.05.2024). Programado para comenzar a las 9:30, la vista comenzó con 45 minutos de retraso. El proceso, sin precedentes en la historia reciente de Alemania, es el segundo en relación con este caso, revelado en 2022 y que implica a 26 sospechosos.
Una portavoz del Tribunal Regional Superior de Frankfurt explicó el retraso diciendo que los abogados necesitaban hablar con sus clientes. Los presuntos cabecillas del grupo Reichsbürger ('Ciudadanos del Reich'), con más de veinte mil integrantes, son el aristócrata y empresario de 72 años Enrique XIII, llamado príncipe Reuß y descendiente de una estirpe del Estado de Turingia, al que los conjurados planeaban colocar al frente del país de forma provisional tras el golpe, y Rüdiger von Pescatore, que supuestamente dirigía el brazo militar del grupo. Ambos están siendo juzgados junto con otras siete personas.
El grupo planteaba invadir el Bundestag de Berlín, detener a los diputados y derrocar al gobierno. La mayoría están acusados de "participación en grupo terrorista" con el "objetivo de eliminar por la fuerza el orden estatal" y de "preparación de un acto de alta traición". Entre los acusados se encuentran exmiembros de las fuerzas armadas alemanas y un exparlamentario del partido Alternativa para Alemania (AfD). El juicio es el segundo de tres megaprocesos en torno al presunto intento de golpe, después de que el pasado 29 de abril comenzara en la Audiencia Territorial de Stuttgart el primero.
"Es bueno que a partir de hoy también los presuntos cabecillas del hasta la fecha mayor grupo terrorista de 'Reichsbürger' tengan que comparecer ante un tribunal. Los procesos penales en tres audiencias territoriales al mismo tiempo suponen una nueva dimensión", dijo en un comunicado la ministra federal del Interior, Nancy Faeser.
"Nuestros organismos de seguridad destaparon y desmantelaron esta red terrorista que planeaba un derrocamiento violento. No se trata de locos inofensivos, sino de peligrosos sospechosos de terrorismo", subrayó Faeser. "Nuestras fuerzas de seguridad continuarán con su postura dura hasta que hayamos expuesto y desmantelado completamente las estructuras militantes del 'Reichsbürger'. Nadie en este escenario extremista debería sentirse seguro".