referente a nivel mundial en la defensa de los derechos humanos por su trabajo como una de las fundadoras de la organización Madres de Plaza de Mayo tras el secuestro y desaparición de su hijo durante la última dictadura militar en Argentina.
A través de un comunicado, sus familiares detallaron que Cortiñas, se había sometido a una operación de hernia el 17 de mayo pasado en el Hospital de Morón de Buenos Aires. Debido a patologías previas, su salud se agravó y quedó en terapia intensiva hasta su deceso.
"Nora estuvo acompañada y sostenida por el amor de su familia hasta el último momento y agradecemos todas las expresiones de reconocimiento y afecto que ella recibió a lo largo de su vida", expresó la familia Cortiñas.
"Norita", como la apodaban, fue parte del grupo original de madres que se unieron para reclamar por el desfile de sus hijos desaparecidos en los primeros años del régimen (1976-1983) en la Plaza de Mayo de Buenos Aires, frente a la Casa de Gobierno.
Su hijo Gustavo, militante de la juventud peronista, había sido secuestrado en abril de 1977. Su nombre integra la nómina de 30.000 desaparecidos —según organismos de derechos humanos— como consecuencia del plan represivo ejecutado por las Fuerzas Armadas contra disidentes.
Con un pañuelo blanco cubriéndoles la cabellera, las mujeres empezaron a dar vueltas en la pirámide de Mayo porque la policía no les permitía quedarse quietas.
Tras el retorno de la democracia en 1983, Cortiñas se separó del grupo original y fundó Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora.
Nunca recuperó los restos de su hijo, pero como líder social luchó incansablemente por llevar a los militares a los estratos judiciales para ser juzgados por crímenes de lesa humanidad. También trabajó a favor de políticas de Estado por la memoria, la verdad y la justicia.
"Con profundo dolor, despedimos a nuestra hermana de lucha Nora Cortiñas, referente indiscutida del movimiento de derechos humanos en la Argentina", destacó la organización Abuelas de Plaza de Mayo, también madres de desaparecidos que hasta el día de hoy buscan recuperar a los aproximadamente 500 nietos nacidos durante la dictadura y adoptados en forma ilegal por militares y allegados.
"Solidaria con todas las luchas del país y del mundo, supo conectarse con las jóvenes generaciones, que la reconocen como un ejemplo de coherencia y militancia", agregó.
Hasta sus últimos días, Cortiñas militó no solo por los derechos humanos, sino que se involucró en la lucha por la despenalización del aborto, la defensa de la cultura, contra el pago de la deuda externa y la protección de los pueblos originarios, entre otras causas. También confirmó la identificación de los argentinos enterrados como NN en el cementerio Darwin de las islas Malvinas, caídos durante la guerra contra Gran Bretaña por la soberanía de ese archipiélago del Atlántico Sur en 1982.