presidente de Estados Unidos. Ayer, la presión contra su candidatura creció luego de que líderes demócratas expresaran su preocupación y le sugirieran declinar a sus aspiraciones.
Según informes publicados por The Washington Post y The New York Times, figuras destacadas como el expresidente Barack Obama, la expresidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, y al menos tres senadores demócratas, han mostrado inquietud por la dirección del partido.
Obama habría asegurado a sus allegados que Biden, quien fuera vicepresidente durante su periodo de Gobierno (2009-2017), debería “reconsiderar seriamente” su candidatura, pues “se han reducido de manera considerable sus posibilidades de obtener la victoria”.
Por su parte, Nancy Pelosi, una de las voces más influyentes dentro del partido Demócrata, también habría conversado con Biden, señalando que las encuestas no le son favorables y sugiriendo que debería concluir su campaña. Según la legisladora, el presidente mostró receptividad a la idea de retirarse.
Ayer fue el primer día en el que senadores demócratas se expresaron públicamente sobre la campaña de Biden y pidieron que se haga a un lado. El primero en hacerlo fue el representante de Vermont, Peter Welch, quien aseguró que Biden debería retirarse “por el bien del país” y que “necesitamos que nos ponga en primer lugar, como lo ha hecho antes”. También el senador de Montana, Jon Tester, expresó públicamente que, aunque valora el compromiso del mandatario con el país, no debería buscar la reelección.
Horas después, Jim Acosta, representante de California, el Estado con mayor número de votos en el Colegio Electoral (55), hizo declaraciones similares. Apuntó que “por el bien del país, es hora de que el presidente pase la antorcha a la próxima generación para continuar el legado que inició”, y que los demócratas necesitan unirse y presentar su mejor equipo al pueblo estadounidense en esta elección.
Recientemente, Biden concedió una entrevista en la que afirmó que sólo consideraría dejar de buscar la reelección si recibiera un diagnóstico médico que así lo recomendara. Horas más tarde se informó que dio positivo al COVID-19, situación por la que se vio obligado a cancelar su agenda de campaña.
Además de las dudas de los líderes de su partido, también enfrenta la incertidumbre de sus donantes. Después de errores notables como confundir a Zelenski con Putin y a Kamala Harris con Donald Trump, así como preocupaciones crecientes sobre su idoneidad para continuar en el cargo a sus 81 años, algunos de los principales contribuyentes a su campaña, como el actor y activista George Clooney, han condicionado su apoyo.
Las dudas crecen y el tiempo se acaba para el partido Demócrata, ya que Trump fue confirmado ayer durante la Convención Nacional Republicana como su candidato presidencial, junto con JD Vance, quien lo acompañará en la boleta como vicepresidente.
Biden se encuentra aislado en su casa en Delaware y se espera que su equipo de campaña sostenga una reunión de emergencia.