afectó grandes ciudades como Sao Paulo, que el lunes figuró como la más contaminada del mundo, a la vez que se extiende por países vecinos como Uruguay y Argentina.
Casi cinco millones de km2 se vieron afectados por el humo en Brasil, es decir, 60% del territorio, según estimaciones de Karla Longo, investigadora del Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales (INPE), a partir de datos por satélite.
Y "si tenemos en cuenta las zonas afectadas en los países vecinos y en el océano Atlántico, la superficie alcanzada el domingo fue de 10 millones de km2", precisó esta investigadora en un correo del INPE enviado a la AFP.
Las autoridades argentinas y uruguayas informaron a su vez este lunes de la presencia en varias regiones de este humo, que también procede de focos en Bolivia y Paraguay, según el Instituto Uruguayo de Meteorología.
Sao Paulo, la mayor ciudad de América Latina situada en el sureste de Brasil, figuró este lunes por momentos a la cabeza de la clasificación de las mayores metrópolis más contaminadas del mundo, según la empresa de vigilancia de calidad del aire IQAir, con base en Suiza.
El índice de partículas finas (PM2,5) alcanzó 69 microgramos por metro cúbico, es decir, 14 veces más que el límite recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
La situación también es preocupante en Rio de Janeiro, donde la tasa se eleva a 26 microgramos por metro cúbico, cinco veces más.
::: Sofocante
En varias ciudades brasileñas, las autoridades sanitarias dieron cuenta en los últimos días de un fuerte aumento de personas que sufren problemas respiratorios, como crisis de asma, neumonía o sinusitis.
El aire "está muy seco, muy contaminado. No se respira, es sofocante", dijo a la AFP Ieda Bandeira, de 76 años, que vende dulces frente a una estación de metro en Sao Paulo.
Los incendios, en su mayor parte de origen criminal y a menudo ligados a la actividad agrícola, se propagan más fácilmente debido a una sequía histórica que los expertos relacionan con el cambio climático.
"Me preocupa mucho" esta situación, "principalmente porque ya hace un tiempo que parece que no vamos a volver a la normalidad (...) Respirar está difícil, dormir está difícil. Enfermamos más, con una tos que parece que no va a partir", dijo por su parte Maicon Santos, de 37 años, que trabaja en la documentación para el agronegocio.
::: Humo en vez de humedad
Imágenes por satélite de la Agencia estadounidense de Observación Oceánica y Atmosférica (NOAA) mostraron el lunes una espesa nube de humo gris bordeando la cordillera de los Andes hacia el sur del continente.
Este fenómeno se debe a la dirección del "viento que canaliza el humo hacia el sur", explicó a la AFP la meteoróloga Estael Sias, de la agencia de previsiones Metsul.
Normalmente, esto favorece la formación de los llamados "ríos voladores" que transportan la humedad de la Amazonía hacia el sur. Pero debido a la sequía prolongada y a los incendios, en vez de precipitaciones, el viento trae humo.
"El aire ya es de mala calidad debido a la sequía, pero la humareda agrava la situación", asegura esta especialista.
Según datos del INPE, el número de focos de incendios en Amazonía desde el inicio del año casi se duplicó respecto al mismo periodo de 2023.
Otras regiones de Brasil sufren también grandes incendios forestales, como el Parque Nacional de la Chapada dos Veadeiros, a unos 250 km al norte de Brasilia, donde más de 10.000 hectáreas se esfumaron en los últimos días.
::: Puesta de sol naranja
Otro fenómeno inusual ligado al humo de los incendios: en varias regiones de Brasil, el sol se volvió una bola espectacularmente anaranjada a la hora de su puesta.
Esto se debe "a los rayos que atraviesan las nanopartículas invisibles a simple vista, lo que le da ese tono rojo-naranja", según Estael Sias.
La experta estima que la situación no mejorará "sin precipitaciones regulares", que no se esperan "antes de octubre o noviembre".