Los ataques se registraron en Bagdad y el centro de Irak, según un nuevo balance proporcionado por fuentes médicas y de la seguridad.
Hubo unas 20 explosiones y varios ataques a mano armada fundamentalmente contra musulmanes chiítas, y muchos de los atentados fueron llevados a cabo en el norte y el este de Bagdad. Se trata del número de muertos más elevado en Irak en seis meses, de acuerdo con un recuento de la agencia AFP.
Es una nueva escalada de violencia que crea interrogantes sobre la capacidad de las fuerzas de seguridad iraquíes para cumplir con su misión, cuando faltaba un mes para las primeras elecciones del país en tres años. Las elecciones provinciales fueron postergadas debido a estos atentados. El gobierno iraquí decidió postergar las elecciones provinciales previstas el 20 de abril “al menos por seis meses”, anunció un responsable de la Comisión Electoral.
Estos comicios debían realizarse en las provincias mayoritariamente sunitas de al Anbar y Nínive, pero fueron aplazados debido a la inseguridad en la zona, anunció el portavoz del primer ministro.