La propuesta de cambios amenaza con afectar por igual a productores estadunidenses y a países como México y Canadá, los principales exportadores de productos cárnicos a Estados Unidos.
En documentos publicados en el Registro Federal, el diario oficial del gobierno estadunidense, para convocar al público a emitir comentarios, el USDA apuntó que los cambios cumplirán con los requisitos que exigen las obligaciones comerciales internacionales.
En la propuesta, el USDA señaló que la carne que se venda en los supermercados y demás tiendas de Estados Unidos, deberá incluir etiquetas que informen al consumidor donde nació el animal, en que sitio fue criado y cómo y cuándo el animal fue sacrificado.
El USDA indicó que estos cambios mejorarán el funcionamiento general del Programa de Etiquetado de País de Origen y a la vez lo actualizarán para cumplir con los requerimientos actuales en cumplimiento de las obligaciones comerciales internacionales.
La propuesta de cambios se da luego de que la Organización Mundial de Comercio (OMC), determinara el año pasado que el Programa de Etiquetado de País de Origen de Estados Unidos, discriminaba a ciertos productos cárnicos importados de México y Canadá.
México y Canadá interpusieron en 2011 una queja ante la OMC, sobre las condiciones de etiquetado que exigía Estados Unidos a sus productos, al considerarlas inequitativas con las que les requería a los productores locales.
La OMC concedió la razón a México y Canadá y dio a Estados Unidos un plazo que se vence el próximo 23 de mayo para efectuar los cambios y comenzar a cumplir con lo dictaminado por el organismo regulador del comercio internacional.
Al eliminar la inequidad en el etiquetado, Estados Unidos afectará directamente a los productores estadunidenses de carne, y también a México y Canadá al exigirles ahora agregar más información a sus etiquetas.
Tanto productores estadunidenses como países exportadores estarían obligados a colocar en las etiquetas una especie de mini biografía del animal del cual procede el producto.
"Sólo el gobierno puede hacer que una regla obligatoria costosa y engorrosa como lo es el etiquetado de origen y hacerlo aun peor en lugar de arreglarlo", dijo J. Patrick Boyle, presidente del Instituto Americano de la Carne, que promueve enviar al USDA críticas a su propuesta.
"Eso es exactamente lo que están haciendo con una nueva propuesta que supuestamente tiene por objeto armonizar la legislación en conformidad con las obligaciones de Estados Unidos bajo la Organización Mundial del Comercio", aseguro Boyle en un comunicado.
"La norma propuesta es "aún más onerosa, perjudicial y costoso que la actual regulación implementada en 2009", destacó.
Canadá ya expresó también su rechazo a la propuesta, al asegurar que ésta aumentará la discriminación en contra de las exportaciones de ganado bovino y porcino de sus territorios.