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Hasta ahora a todos los homosexuales o bisexuales que hubieran tenido aunque fuese una sola relación desde 1977 se les prohibía ofrecer su sangre durante un período indeterminado, es decir, para siempre.
La modificación de la reglamentación que reduce el período de exclusión a cinco años fue propuesta en diciembre por los organismos que colectan la sangre, la Sociedad Canadiense de Sangre y Héma-Québec.
Estos últimos presentaron al ministerio datos científicos que demuestran que todas las donaciones de sangre se analizan rápidamente, a veces durante varios días, con el fin de detectar agentes patógenos, especialmente el VIH, el virus de inmunodeficiencia adquirida, responsable del sida.
Canadá, añade el comunicado, es considerado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como el país que tiene las normas más estrictas en la materia y el ministerio "está convencido de que el cambio no pondrá en peligro la seguridad de la sangre".
El presidente de Gai Ecoute, centro de ayuda de gays y lesbianas de Québec, Laurent McCutcheon, estimó que esta medida suponía "un progreso, un paso en el buen camino".