Francisco cumple cien días como papa

El abrasador calor que estos días cae sobre la plaza cuya columnata ideo Bernini, a los pies de la Basílica de San Pedro y epicentro del mundo católico, no frena la llegada de fieles, turistas y curiosos, deseosos de ver y si es posible tocar y hablar con el papa argentino.

Y es que Jorge Mario Bergoglio, 100 días después de convertirse en Francisco, continúa gozando de una popularidad que parece no tener límites y muestra de ello es la marea de personas que inundan la plaza a cada evento público que preside.

Miles de personas que jalean, ovacionan y aplauden cada una de las palabras que pronuncia el pontífice, como ayer, cuando el público rompió en aplausos cuando Francisco exhortó a los fieles de todo el mundo a permanecer unidos porque, "¿cómo vamos a estar unidos todos los cristianos si no somos capaces de permanecer unidos entre católicos, tanto en familia como en sociedad?".

"Es un hombre bueno, austero y siempre que le escucho, con mi hermana, hace que nos emocionemos porque tiene una forma de hablar muy graciosa y humilde", contó Guillermina Rulfo, de la sureña ciudad mexicana de Puebla.

El papa Francisco, a bordo de su papamóvil, recorrió la plaza de la basílica para repartir su bendición y saludar a los fieles congregados, que soportaban con estoicismo el sol romano y que se agolpaban en las verjas de seguridad para lograr darle la mano al papa.

La presencia de un argentino en la silla de Pedro, además, hace que el español sea la lengua predominante entre las personas que se acercan a la histórica plaza y que españoles y latinoamericanos sean más que frecuentes en este tipo de eventos.

Santiaga, bonaerense (Argentina) afincada en Roma, se basa en la "cercanía" del pontífice, en su "profundidad espiritual" y en el "orgullo" que siente al pensar que su país ha dado un papa a los católicos del mundo para seguirle en cada una de sus intervenciones, según explicó.

Respecto al número de participantes, el Vaticano sostiene que la plaza de San Pedro del Vaticano está preparada para acoger a 150.000 personas, de ellas 40.000 sentadas, cifra que se ha superado en la mayoría de los actos públicos que el papa ha celebrado.

Fuentes oficiales vaticana aseguraron que entre las tres últimas audiencias, entre los meses de mayo y junio, el número de fieles que la columnata de Bernini acogió rondó los 300 mil, siendo la audiencia general del 12 de junio la más multitudinaria, con la participación de cerca de 120.000 personas.

Ayer, al término de la audiencia, momento que el pontífice aprovecha para saludar a niños y enfermos, Francisco se encontró con un niño con síndrome de down, que vestía la camiseta de Messi y pedía con vehemencia la posibilidad de subir al jeep pontificio junto al papa.

Francisco aceptó y durante unos instantes, el niño y el pontífice conversaron de manera animada sobre el papamóvil, un gesto que vuelve a confirmar la simpatía que los más pequeños suscitan al papa Bergoglio

 

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