El senador Saxby Chambliss, de Georgia, afirmó que las conversaciones interceptadas por las agencias de inteligencia de Estados Unidos hicieron que el gobierno ordenara el cierre de 21 instalaciones diplomáticas el fin de semana y emitiera una advertencia de viaje mundial para los estadounidenses ante la posibilidad de un eventual ataque del grupo terrorista Al Qaeda, particularmente en Oriente Medio y el norte de África.
Chambliss señaló que los datos de inteligencia "recordaban mucho lo que vimos antes de los atentados terroristas del 11 de septiembre [de 2001]". "No prestamos atención al 11 de septiembre como debimos, pero en este caso creo que es muy importante que formulemos los planes adecuados'', agregó y remarcó que esta es "la amenaza más serie que he visto en varios años".
El senador republicano, como hizo gran parte del arco político, subrayó la importancia de los polémicos programas de vigilancia de la Agencia de Seguridad Nacional revelados por el ex contratista de la agencia de espionaje Edward Snowden a medios de comunicación -y que sumieron al gobierno de Barack Obama en una fuerte crisis- para llegar a conocer estos datos.
Esos programas "nos permiten tener la capacidad de recoger estas convesaciones", afirmó Chambliss. "Si no tuviéramos estos programas, entonces simplemente no podríamos escuchar a los tipos malos", destacó.
Por su parte, Dutch Ruppersberger, el líder demócrata en la Comisión Selecta Permanente de la Cámara de Representantes, dijo que la amenaza interceptada de "personas de alto nivel de al-Qaeda en la Península Arábiga" era sobre un "ataque masivo".
Pete King, el senador republicano de Nueva York que preside un panel sobre contraterrorismo e inteligencia, añadió que la amenaza incluía fechas, pero no la ubicación de posibles ataques. "La amenaza fue específica en cuanto a lo enorme que sería y también obtuvimos ciertas fechas", dijo.
"Esta es una llamada de atención -dijo King-. Al-Qaeda es en muchos aspectos más fuerte de lo que era antes del 11 de septiembre, ya que ha mutado y se ha extendido considerablemente en diferentes lugares. Y al-Qaeda en la Península Arábiga es el más mortal de todos los afiliados de al-Qaeda".
El gobierno de Obama anunció el cierre de sus sedes diplomáticas-algunas por el fin de semana y otras hasta fin de mes- por temor a que la organización terrorista o sus aliados arremetan contra Estados Unidos, mientras el Departamento de Estado anunció una alerta de viaje mundial que expira el 31 de agosto.
El senador Adam Schiff, demócrata por California que forma parte de la comisión de inteligencia de la Cámara, dijo que la "amplitud" de los cierres sugiere que las autoridades estadounidenses están preocupadas de que se repitan los disturbios y ataques a varias embajadas del año pasado, incluyendo el asalto mortal a la misión estadounidense en Bengazi, Libia, en el que murieron el embajador y otros tres estadounidenses.
Asimismo Interpol emitió una alerta de seguridad global relacionada con las recientes fugas de presos en Irak, Libia y Pakistán. La alerta pidió a los 190 países miembros de la organización que ayuden a determinar si estos eventos están coordinados o vinculados, dijo la organización en un comunicado.
Las interceptaciones de inteligencia también hicieron que Gran Bretaña, Alemania y Francia cerraran sus embajadas en Yemen, donde está localizada Al Qaeda en la Península Arábiga, considerada como una de sus ramas más peligrosas. Canadá también anunció que cerraría su embajada en Daca, Bangladesh.