El JKIA, clave para conectar la región con los cinco continentes, ha permanecido completamente inoperativo durante unas diez horas, hasta que a primera hora de la tarde se ha permitido la reanudación de los vuelos nacionales y de carga.
Sin embargo, todos los vuelos internacionales permanecen suspendidos y no recibirán luz verde de las autoridades hasta que termine la evaluación de los daños causados por las llamas, según las autoridades kenianas.
La mayoría de vuelos que tenían previsto su aterrizaje en Nairobi han sido desviados al Aeropuerto Internacional de Mombasa (sur).
El fuego, que se desató en torno a las 05.00 horas locales, ha tardado cuatro horas en ser dado por controlado. Las imágenes del suceso mostraban una enorme bola de fuego coronada por una espectacular columna de humo negro. Según el diario Daily Nation, la terminal de llegadas ha quedado destruida.
"Para nuestros estándares, esto es muy grave", ha afirmado el responsable de seguridad de la Autoridad Aeroportuaria de Kenia (KAA), Eric Kiraithe, quien ha señalado que se desconoce el origen del incendio.
El incendio coincide con el decimoquinto aniversario del atentado que perpetró la red terrorista Al Qaeda contra la embajada de Estados Unidos en Nairobi, donde murieron 213 personas y más de 4.000 resultaron heridas. No obstante, el jefe de la Policía Anti-Terrorista del país, Boniface Mwaniki, ha asegurado a Reuters que no existe ningún indicio de que se trate de un acto de ese tipo.
El presidente de Kenia, Uhuru Kenyatta, acompañado de varios ministros, entre ellos el titular del Interior, Joseph Ole Lenku, ha visitado el JKIA para evaluar la situación sobre el terreno. Varias autoridades han calificado lo ocurrido como "muy grave".
"Haremos todo lo que podamos para reabrir el aeropuerto, ya que no puede permanecer cerrado durante mucho tiempo, pero no podemos comprometer la seguridad", ha dicho el ministro del Interior.
El incendio ocurrió después de que el pasado lunes miles de pasajeros vieran cancelados sus vuelos por un problema de suministro de combustible a los aviones.