El accidente ocurrió cuando el Rajya Rani Express atropelló a personas que acababan de bajar de otro tren y cruzaba las vías en la estación de Dhamara, en el distrito de Khagaria, informó la policía local. Entre las víctimas mortales hay 24 mujeres, nueve hombres y cuatro niños, la mayoría eran devotos del dios hindú Shiva, que habían visitado un santuario cercano.
Otras 12 personas resultaron heridas y fueron trasladadas al hospital.
Tras el accidente, peregrinos y habitantes locales indignados asaltaron al maquinista, tomaron como rehenes a trabajadores de la compañía e incendiaron seis vagones del tren.
Una multitud, a una relativa distancia de la estación, comenzó a lanzar piedras contra el tren, informó el portavoz.
La compañía de ferrocarriles negó negligencia por su parte y señaló que el trayecto del tren, con destino a la capital regional Patna, no contemplaba parar en Dhamara. El tren iba a unos 80 kilómetros por hora cuando atropelló al grupo de peregrinos, explicó el portavoz de ferrocarriles Amitabh Prabhakar.
Televisiones locales señalaron que en la estación no había ninguna señal ni tampoco nadie para indicar el momento en que los pasajeros podían cruzar las vías. Imágenes de televisión tampoco mostraron pasos para peatones.
La circulación de trenes fue interrumpida en ese tramo. La red de ferrocarriles india es una de las mayores del mundo, con unos 9 mil trenes al día que llevan a unas 20 millones de personas. Entre 2006 y 2011 murieron unas 717 personas en pasos de ferrocarril sin vigilancia, según datos oficiales.
En el mes del Shravan (julio/agosto), miles de seguidores del dios Shiva peregrinan a Dhamara para sacar agua del río sagrado Ganges. Así llenan dos cubos colocados en una gran vara de bambú y la transportan a pie durante los 105 kilómetros de distancia que hay hasta un templo en Deoghar, en Jharkhand.