según un periódico belga sería obra de la Agencia de Seguridad Nacional estadounidense (NSA) para interceptar comunicaciones de África y de Medio Oriente.
Belgacom presentó una demanda el 19 de julio por "acceso no autorizado" a su sistema informático interno, indicó por su parte la fiscalía belga.
"La investigación demuestra que el hacking sólo se pudo lograr utilizando importantes medios financieros y logísticos por los intrusos. Este dato, así como la complejidad técnica del hacking (entre otros el uso de un malware -programa malintencionado- específico y de técnicas de encriptado avanzadas) y su amplitud, orientan las investigaciones hacia una operación internacional de espionaje estatal", precisó la fiscalía federal.
"Sobre la base de las informaciones que disponemos actualmente, el objetivo de este hacking tiene el objetivo al parecer de juntar informaciones estratégicas y no cometer actos de sabotaje o causar daños económicos u otros. Los próximos pasos de la investigación deberán demostrar si estas primeras constataciones se pueden confirmar", agregó.
El gobierno belga indicó en un comunicado que si "la implicación a un alto nivel de otro país" se confirma, "tomará las medidas apropiadas", sin citar a Estados Unidos u otro país.